Las pasadas fiestas populares de San Agustín de Guadalix (Madrid), en septiembre de 2017, estuvieron marcadas por un crimen que conmocionó a la localidad: un joven de 18 años, Miguel de Cárdenas, fue asesinado a puñaladas. El caso permanecía sin esclarecer desde entonces. Este martes, la Guardia Civil ha arrojado luz sobre el suceso, deteniendo a una veintena de pandilleros latinos -relacionados con la banda Dominican Don't Play- a los que se les acusa del homicidio.

La investigación ha corrido a cargo del Grupo de Homicidios de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid. La Operación Ninis -como la ha bautizado el Instituto Armado, ha servido para esclarecer el asesinato de Miguel de Cárdenas.

Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 16 de septiembre de 2017, durante la celebración de las fiestas patronales del municipio madrileño de San Agustín de Guadalix. Aquella noche se desató una riña tumultuaria dentro del recinto ferial. Miguel de Cárdenas fue herido con un arma blanca en el tórax. No sobrevivió a las heridas, pese a su inminente traslado a un hospital.

Gracias a las diferentes manifestaciones, pesquisas, y al avance de la investigación se llegó hasta un grupo de personas, principalmente latinoamericanos, como principales sospechosos, asentados en las localidades de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, apunta la Guardia Civil en un comunicado.

20 detenidos y una plantación de marihuana

De las gestiones realizadas, los investigadores han conseguido identificar al autor material del homicidio, al inductor y a varios encubridores que estaban en el lugar del fatídico hecho.

El pasado día 30 de enero se procedió a la detención de veinte personas, cinco de ellos menores de edad, realizándose entradas y registros en siete domicilios ubicados en Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, Algete, y El Casar (Guadalajara). Son varones de nacionalidad española y de origen latinoamericano, con edades comprendidas entre los 17 y los 26 años de edad. Cinco de ellos son menores.

Entre los efectos que se intervinieron destacan varias armas blancas, y demás efectos de interés para la investigación, así como una plantación indoor de marihuana compuesta por 1.000 plantas. Se les imputa los delitos de pertenencia a organización criminal, homicidio, riña tumultuaria, desórdenes públicos, y contra la salud pública.

Tras ser puestos a disposición del Juzgado de instrucción nº. 1 de Alcobendas, que entiende del caso, el mismo decretó el ingreso en prisión de cuatro de ellos.

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