2035 es un año clave en el horizonte del Ejército de Tierra. Sobre esa fecha se sostienen algunos de sus proyectos de modernización más ambiciosos, hasta ahora sólo imaginables en ciencia ficción. Hablamos de robótica, de inteligencia artificial, de nubes de drones, de trajes cargados de gadgets que convertirán al soldado en un "combatiente del futuro". Es una realidad en marcha porque el Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), general Francisco Javier Varela, ya ha ofrecido algunas claves de esta planificación.

"Los conflictos del futuro ocurrirán entre la población civil y ante los medios", ha pronosticado este jueves el general Varela en un encuentro con periodistas especializados en materia de Defensa. En ese constante ejercicio de renovación, el principal reto del Ejército de Tierra pasa por la tecnología.

El vehículo 8x8

El primer paso apunta hacia el vehículo de combate 8x8, base de las unidades de infantería ligero-protegidas y de caballería ligero-acorazadas. Este vehículo, que se caracteriza por las ocho ruedas que le dan versatilidad en todo tipo de terrenos, está llamado a sustituir a los obsoletos BMR, de seis ruedas.

El JEME general Varela en su alocución a los periodistas especializados en Defensa. ET

Con gran capacidad de armamento (cuenta con una ametralladora de 12,7 mm, dos cañones de 30 mm y un misil contra carro), la joya de este vehículo pasa por la tecnología.

"El 8x8 será la plataforma sobre la que se sostendrán muchos de los avances tecnológicos, especialmente en materia de comunicación, del Ejército de Tierra", apuntan a EL ESPAÑOL fuentes castrenses. La idea es que vehículo y personal sean todo uno, conectados para actuar de forma complementaria. Que actúen como una única estructura en el campo de batalla. 

Estos vehículos se pondrán a prueba en la BRILEG, la brigada de la Legión con base en Almería. A partir de ahí, se implementarán estas capacidades en otras unidades del Ejército de Tierra.

"Robótica e inteligencia artificial"

Pero hay más. El general Varela ha apuntado a nuevos desarrollos en materia de "robótica e inteligencia artificial": "Nos permitirá hacer lo mismo con más potencia de combate y menos personal, aunque más cualificado".

En las Fuerzas Armadas, la robótica se emplea, sobre todo, en labores de desactivación de artefactos explosivos. 

En el escenario internacional, no obstante, los robots cobran cada vez más relevancias en algunos de los Ejércitos de mayor envergadura. Basta mirar hacia Estados Unidos, donde se han adquirido 80 robots terrestres de seis ruedas para acompañar a los efectivos en sus desplazamientos, proporcionándoles capacidad de transporte o energía, entre otros.

Pruebas del prototipo del COMFUT. Defensa

En cuanto a la inteligencia artificial, España mantiene activo un complejo proyecto bautizado con el nombre de SISCAP (acrónimo de Sistema de Combatiente a Pie), anteriormente llamado COMFUT (Combatiente del Futuro). Se trata de un traje equipado con una serie de gagdets que complementan la actividad del soldado: desde la eficacia de fuego hasta la información y comunicación.

La nube de drones

El avance de las últimas tecnologías apunta cada vez más hacia los vuelos no tripulados, principalmente a base de drones. Las Fuerzas Armadas españolas no son ajenas a ello, y por eso ya cuenta con varias aeronaves sin piloto en sus filas, con distintos fines y objetivos.

Fuentes del Ejército de Tierra apuntan hacia la miniaturización de estos elementos. Las investigaciones permiten crear nubes de drones, mucho más difíciles de derribar que un solo elemento, que podrían ir cargadas con diferentes materiales.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos ya ha hecho las primeras pruebas en este sentido.

Financiación

En los próximos siete años, España multiplicará su inversión en materia de Defensa. Si en la actualidad se destina un 0,9% del PIB, María Dolores de Cospedal anunció recientemente el compromiso de alcanzar en 2024 el 2%, tal y como se acordó en la cumbre de la OTAN celebrada en Gales en 2014.

Ahora se sabe que ese objetivo no se podrá alcanzar. Las estimaciones se han rebajado hasta el 1,53%, lo que equivale a unos 18.000 millones de euros.

Pese a esta rebaja, entre los diferentes cuerpos militares dan la bienvenida a una ampliación inminente de sus presupuestos, diezmados en los últimos años de crisis económica. 

La ampliación de los presupuestos destinados a Defensa permitirá la financiación de algunos de los proyectos trazados en las líneas estratégicas de las Fuerzas Armadas. El Ejército de Tierra ya trabaja en ese plan, siempre con la vista puesta en 2035, cuando la robótica y la inteligencia artificial están llamadas a integrarse en los contingentes militares.

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