Daniel Montero Alejandro Requeijo

Convergència ha puesto en venta solo un día después de confirmar que Carles Puigdemont tiene posibilidades de volver a ser presidente, la sede que su partido, el PdCat, tenía en la calle Provença de Barcelona. La decisión de sacarlo al mercado fue tomada el pasado verano, pero ha sido ahora, tras la celebración de las elecciones catalanas, cuando el inmueble ha sido anunciado en la prensa catalana.

El reclamo publicitario deja claro el precio millonario del inmueble: 7,4 millones de euros por 2.100 metros cuadrados. Además y según el anuncio, el edificio que albergaba la sede del PdCat “se puede convertir en viviendas”. Pero nada dice el anuncio de la utilidad anterior del edificio, que ha sido durante meses el cuartel general de las filas independentistas.

El 8 de julio de 2017, el Consell Nacional del partido decidió poner en venta el edificio en una reunión extraordinaria. Sobre la mesa, estaba la necesidad imperiosa de recibir liquidez para hacer frente a las deudas del partido y a las posibles sanciones y embargos impuestos por la Justicia en los distintos procedimientos en los que la formación y varios de sus dirigentes están inmersos.

Un edificio con historia

Carles Puigdemont en su comparecencia desde Bruselas para valorar los resultados del 21-D. Reuters

Antes de ser la sede del PdCat, el edificio albergó las direcciones generales de Comercio y de Energía de la Generalitat. Para conseguir financiación, la anterior sede del partido, en la calle Córcega, fue vendida en 2015. Según publicó el diario Ara, el comprador fue un fondo de inversión de Hong Kong. En ese momento, el Tribunal de Cuentas tasaba las deudas del partido en 3,4 millones de euros.

Para formalizar esa venta, el partido tuvo que pedir permiso a los tribunales, ya que el edificio estaba embargado de forma cautelar por el juzgado encargado de la instrucción del llamado Caso Palau, que afectaba directamente a las finanzas de la fundación del partido.

Menos de un año después, Convergència aprobó de nuevo la venta de su nuevo edificio, mientras el PdCat anunciaba a la prensa que buscaría una nueva sede para desligarse completamente de la antigua formación, investigada por ejemplo en el caso 3%.