La estrategia electoral de Carles Puigdemont no contempla la posibilidad de regresar a Cataluña antes del 21-D para dar un golpe de efecto que le permitiese ser el candidato más votado. Pese a los rumores que han surgido en las últimas horas, el expresident ha vuelto a repetir que permanecerá en Bruselas al menos hasta después de las elecciones: "Estoy alucinando por la cantidad de fantasías que se están inventando. No volveré hasta después de los resultados electorales".

Este viernes ya había calificado de "delirante" e "inquietante" que todo un Estado deba definir su política de fronteras en función de "un rumor que es falso", en alusión a un eventual refuerzo policial en la frontera para detenerlo.

En una entrevista en TV3, Puigdemont se ha mostrado escéptico ante una hipotética victoria del bloque constitucionalista. No se cree que los catalanes vayan a "comprar el discurso del tripartito del 155" y terminar definitivamente con el procès. "Me cuesta mucho pensar que el país en el que he crecido y que ha resistido a dictaduras sea un país de resignados", ha señalado el expresident, huido de la Justicia española en Bruselas.

El candidato de Junts per Catalunya ha vuelto a calificar los comicios del próximo jueves como "la segunda vuelta del 1-O", que servirán para dilucidar si son más válidas "las esposas o los votos", y como unas "elecciones de país" y no autonómicas. Según Puigdemont, lo que está en juego es la rectificación del 155 para devolverle el poder al Govern conformado en 2015.

Aunque no podrá acudir a votar a su colegio electoral porque si vuelve a España será automáticamente detenido, Puigdemont ha anunciado que una persona le cederá su voto, es decir, se valdrá del voto rogado. "La respuesta más contundente al señor Rajoy es mantener todo como estaba antes" de la intervención del Govern, ha dicho Puigdemont en un llamamiento a apoyar a su formación, que dice ser "la forma más directa de simbolizar la oposición al 155".

Aceptaría ser investido por ERC

Sobre posibles alianzas con el resto de fuerzas independentistas, Puigdemont ha dicho que que aceptaría ser investido presidente de la Generalitat aunque ERC ganase las elecciones si de esta forma se desautoriza a Rajoy. "Solo hay una manera clara de decir que no al 155: que exactamente ese mismo Govern, con el presidente, el vicepresidente y los consellers, ganen estas elecciones".

Pese a que ve una quimera que el independentismo no mantenga la mayoría absoluta en el Parlament, al número uno de JuntsxCat no le quedaría otra que resignarse si Ciudadanos, PSC y PP, en conjunto, les sobrepasan: "La democracia es esto...", señaló. Sin embargo, Puigdemont tiene claro que el 21-D servirá para demostrar que "las recetas de Rajoy no funcionan" y se preguntó si, en este caso, el Gobierno español "seguirá aplicando el 155" o accederá a negociar una "solución política".

Asimismo, Puigdemont ha dicho que la retirada de la euroorden "no ha cambiado nada" porque "no hay caso", además de demandar una vez más la liberación de Oriol Junqueras, Josep Rull y 'los Jordis'. Y a pesar que se han marchado más de 3.000 empresas de Cataluña desde el 1-O, defendió que "la independencia sería atractiva" para ellas.

Por último reveló que tenía “el decreto escrito y no firmado” para convocar elecciones a cambio de la retirada del 155, la excarcelación de 'los Jordis' -aunque esto no depende del Gobierno- y la retirada de los policías que “atemorizan” y “dan miedo” a los catalanes, pero que finalmente no lo ratificó porque no había suficientes garantías.

JuntsxCat, el antídoto al 155

Una hora antes de la entrevista, Puigdemont participó vía plasma en un mitin de JuntsxCat celebrado en una nave del Puerto de Tarragona. En su intervención llamó a usar "la papeleta como antídoto" ante los que pretenden "descabezar liderazgos políticos" (Soraya Sáenz de Santamaría) o tratar a la parte de la población independentista de Cataluña con "desinfectante" (Josep Borrel).

"Y estos, los de la infección, son los que tienen el morro de decir que son los que llevarán a la reconciliación", proclamó el expresident, muy crítico con el PSC. Una vez desinfectados o liquidados, quizás sí que habrá reconciliación, pero con la mitad del país", ha remarcado.

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