Alejandro Requeijo Daniel Montero

“La jueza decreta prisión para el hombre que agredió a otro por llevar tirantes con la bandera de España”. De este modo titulaba su nota de prensa oficial el Tribunal Superior de Justicia de Aragón sobre el auto de la magistrada en el que ordena encarcelar a Rodrigo Lanza, el chileno detenido por la muerte de Víctor Láinez. El auto de la jueza desmonta en cuatro pasos la coartada del arrestado, que sostiene que fue atacado con una navaja después de ser insultado.

1) El golpe definitivo. Lanza dice que, para defenderse de la agresión de Láinez, le pegó primero una patada para repeler la puñalada. Como el hombre insistió en su intento, le volvió a pegar, en este caso un puñetazo. La versión de acusado no aporta más detalles sobre el enfrentamiento. La jueza en cambio cree que lo que cometió el joven de 33 años fue un asesinato porque le atacó “por la espalda sin posibilidad alguna de defensa”. Una vez en el suelo, además, se ensañó con él.

2) No hay navaja. A pesar de que Lanza alude a que su presunta víctima tenía un arma blanca, en el auto de la jueza deja claro que no se ha encontrado. En su lugar, se basa en que el acusado empleó “un objeto lo suficientemente contundente como para provocarle una fractura ósea” en la cabeza. Es fue la razón principal de la muerte de Láinez el pasado martes, tres días después del suceso en el bar Tocadiscos de la calle Antonio Agustín de Zaragoza.

3) Los testigos. Lanza dice que tiene testigos para acreditar que su relato es cierto. Sin embargo, la jueza sostiene en su auto que no existe duda de la identidad del autor de los hechos” y se basa en las declaraciones de “sus propios acompañantes, el propietario del bar y los cinco clientes de este establecimiento”.

4) Tirantes o chaqueta. Lanza dice que él no empezó la trifulca, sino que fue el fallecido después de llamarle “sudaca de mierda” debido a su origen chileno. Añade el acusado que Láinez vestía una cazadora negra por lo que nunca pudo ver ningunos tirantes. La jueza Natividad Rapun en cambio cree que el ataque estuvo motivado por razones políticas, en concreto por unos tirantes con la bandera de española tal y como manifestaron testigos presenciales de los hechos”.