Es el sorteo más popular de nuestro país, la Lotería de Navidad es un fenómeno que mueve masas e inaugura la temporada de fiestas. Como una cita marcada en el calendario, los españoles se preparan para el 22 de diciembre, lo hacen reservando décimos con meses de antelación, comprando sus números favoritos y esquivando a la mala suerte.

Este año se repartirán 2.380 millones de euros en premios, divididos en 170 series de 100.000 billetes cada una, sin embargo, la posibilidad de que toque es mínima. Pero, aún siendo conscientes de esto, la Lotería de Navidad es la más jugada por los españoles.

Nos mueve la envidia

La envidia preventiva y la publicidad son los dos factores que influyen en la decisión de participar en este sorteo extraordinario. “La envidia preventiva es esencial en este caso, se compra para prevenir una situación negativa en la que le toque a todo el mundo y a ti no”, explica Juan Castilla, experto en psicología positiva, a EL ESPAÑOL. Habla de la influencia en el lugar de trabajo, de cómo los jugadores pretenden evitar situaciones posibles en las que la gente de alrededor gane y se rían de quien no compró el décimo ganador.

Se compra para prevenir una situación negativa en la que le toque a todo el mundo y a ti no

El experto afirma que es también una cuestión social y aprendida, que tiene mucho que ver con la tradición: “Somos seres sociales y la lotería es un acto social y cultural. La mayoría de los españoles lo hacemos por costumbre, es una rutina adquirida porque hemos visto a nuestros padres jugar y se convierte en un hábito”, apunta.

Siguiendo con la prevención de situaciones negativas, entra en juego el deseo de pertenecer al grupo líder y seguir con lo que en él se establece. Las personas se recrean en las tradiciones y en las acciones colectivas que les rodean. “Es una compra accesible para todos porque no implica una inversión económica alta y porque en cualquier sitio hay un décimo disponible”, explica Castilla.

Las emociones en la publicidad 

El psicólogo hace una radiografía de las personas que no caen en el juego de la navidad y concluye que son personas racionales con convicciones muy firmes: “Son personas con creencias racionales que no quieren entrar en el juego de la manipulación porque no creen y no necesitan ser reconocidos por el grupo”, concluye.

Buscan conectar con las emociones de quien lo ve y asociar la lotería a una situación mejor

La influencia de los anuncios y la publicidad es otro factor importante, “El neuromarketing trata de conectar con emociones solidarias para captar y remover a los más indecisos, a nivel de publicitario y social las campañas son muy potentes”, detalla Juan Castilla.

El anuncio de la Lotería de Navidad es uno de los más esperados, se ha convertido en un acontecimiento que atrae cada vez más adeptos. Así lo explica el experto en psicología positiva: “Buscan conectar con las emociones de quien lo ve y asociar la lotería a una situación mejor, a la idea de que puedes ser un poco más feliz si te toca”.