En Ciudadanos y Compromís lo llaman "el cuponazo" por la cantidad de millones que recibirá el País Vasco en los próximos años, unos 1.300 anuales hasta 2021. Pero la reforma del cupo vasco, el concierto que regula las relaciones económicas entre Euskadi y el Estado, también provoca malestar en el PSOE. 

La revisión del sistema, inscrito en la Constitución, había sido pactada por Mariano Rajoy y el PNV como condición para la aprobación de los Presupuestos Generales de este año, que se produjo en junio, con el ejercicio en su ecuador. Este jueves llega al Congreso con un procedimiento abreviado, conocido como lectura única, y con los votos a favor asegurados de todos los partidos salvo Ciudadanos y Compromís.

En varias comunidades autónomas del PSOE, que preside siete, creen que el PNV las ha "adelantado por la derecha" gracias a lo mucho que necesita Rajoy sus votos para, entre otras cosas, sacar adelante unos nuevos presupuestos para 2018 y garantizar la estabilidad del Ejecutivo central. "Se está dando un privilegio a Euskadi mientras muchas comunidades estamos esperando, clamando en el desierto por un nuevo sistema de financiación que no vemos por ningún lado", explica un responsable autonómico socialista. 

El actual, pactado en 2009 bajo presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, debía haberse revisado en 2014, pero la falta de consenso ha hecho que Rajoy no haya entrado a fondo en el tema, de vital importancia y que genera tensiones entre comunidades. En enero, una Conferencia de Presidentes se comprometió a aprobar durante este año un nuevo modelo sin que hasta ahora el Gobierno haya presentado su propuesta, algo que la Ejecutiva del PSOE reclamó este lunes de nuevo poniéndole fecha: el 31 de diciembre. 

Desazón en comunidades socialistas

El malestar de varias comunidades autónomas socialistas, en las que destaca Andalucía y la Comunidad Valenciana, se trasladó este martes a la reunión del grupo parlamentario socialista en la que media docena de diputados intervinieron en una discusión de fondo y más bien teórica.

"Es una anomalía en los Estados federales, donde algunas regiones ricas matarían por tener un acuerdo como el que figura en nuestra Constitución", explica un diputado socialista. En eso, hay parte del grupo parlamentario que comparte algunos puntos de vista de Albert Rivera, especialmente cuando pide un sistema homogéneo que trate a todos los territorios y ciudadanos igual. 

Pero hay otro motivo para el descontento: las formas. El voto sobre el cupo hubiera salido este jueves adelante incluso con la abstención o el voto en contra del PSOE. Por eso a algunos dirigentes autonómicos creen que Pedro Sánchez ha perdido una oportunidad de oro de defender a las comunidades autónomas socialistas, a las que él mismo reconoce infrafinanciadas. 

La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, pidió en unas declaraciones en Bruselas que el debate sobre el cupo vasco se hubiese tenido al mismo tiempo que el de la financiación del resto de comunidades. "Se debe negociar de manera paralela, al mismo tiempo, porque es lo que merecen los ciudadanos y lo que es justo", advirtió, consciente de que la suerte está echada.

"No estamos por el cupo. Nos parece discriminatorio, pero lo habríamos aceptado mejor a la vez que la reforma del sistema de financiación autonómica", explica un alto cargo de otra administración autonómica.

Voto "sin complejos"

La portavoz del PSOE en el Congreso, Margarita Robles, anunció el voto a favor "sin complejos" del PSOE este jueves. El cupo es un "hecho diferencial constitucionalmente reconocido" que "hay que proteger" en vez de "igualar las comunidades autónomas por abajo", dijo frente a los críticos y la oposición de Albert Rivera. 

Algunas voces en el PSOE lamentan que uno de los efectos de la ausencia de Pedro Sánchez en este debate vaya a ser, casualmente, el refuerzo de Rajoy como presidente. "Lo peor de todo es que con la aprobación del cupo, Rajoy se garantiza los Presupuestos para 2018. Ese es el efecto colateral", lamenta un consejero autonómico.

Sin la revisión del cupo, el PNV nunca apoyará los presupuestos de Rajoy para 2018. Sus votos son imprescindibles para que esa ley salga adelante, paradójicamente y salvo sorpresa, tras sumar fuerzas con Ciudadanos.

"Esto demuestra que el 'no es no' era absurdo. Sirvió para ganar unas primarias, pero ahora se ha topado con la realidad. Y lo más curioso de todo es que él tiene legislatura gracias a que muchos nos sacrificamos por el país. Si hubiésemos ido a terceras elecciones habríamos perdido diputados y quizás Pedro no estaría ahí", lamenta un diputado socialista. 

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