Casi al mismo tiempo que Carme Forcadell y los demás miembros de la Mesa llegaban al Tribunal Supremo, el ministro del Interior defendía en una entrevista televisiva la independencia de los jueces. Pero añadió un matiz. Juan Ignacio Zoido, juez de carrera, advirtió al juez del Alto Tribunal Pablo Llarena que lo primero que debe tener en cuenta es "la ley" y posteriormente el "contexto" y los hechos que influyen "en el entorno".

Las presiones del Ejecutivo para que el Alto Tribunal no siga el camino marcado por la Audiencia Nacional se ha multiplicado durante los últimos días. Este miércoles, el diario El País informaba de que el Supremo se preparaba para asumir todas las causas judiciales abiertas contra exministros del Govern y de la Mesa del Parlament en relación al proceso independentista.

En esa información se daba a entender que el Supremo podría no encarcelar a los miembros de la Mesa del Parlament porque "las querellas son distintas, las responsabilidades también podrían serlo y el criterio del juez también podría ser distinto". La dirección nacional del Partido Popular y la de Ciudadanos también comparten la tesis de que es mejor que la campaña electoral se desarrolle con todos los líderes independentistas en la calle.

Este jueves, era el responsable de Interior quien insistió públicamente en que el Gobierno respeta la separación de poderes aunque previamente pidiera al magistrado tener en cuenta el difícil contexto del momento. A su juicio, el magistrado debe tomar su decisión con "absoluta independencia" y los demás acatarla aunque discrepen.

Zoido ha manifestado que los jueces saben soportar la presión, porque están preparados para ello, pero en cualquier caso ha querido subrayar que el Gobierno no va a ejercer ninguna sobre Llarena.

A su juicio, el magistrado "tiene que valorar la ley" en primer lugar, pero "sin duda" también "analizará el contexto y las circunstancias" e influirá "la colaboración" que los investigados ofrezcan en la declaración.