No habrá una candidatura única de partidos constitucionalistas a las elecciones de Cataluña el 21 de diciembre. La cita electoral que anunció por sorpresa el presidente del Gobierno el viernes por la noche pilló con el pie cambiado a todos los representantes políticos. Mariano Rajoy solo comunicó su intención de disolver el Parlament minutos antes de anunciarlo al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y al líder de Ciudadanos, Albert Rivera. Ninguno puso impedimento, aunque a los dos les sorprendiera la decisión.

Una vez anunciada la disolución del Parlament para celebrar elecciones a finales de año, pronto surgieron las voces que pedían una candidatura conjunta de los tres partidos constitucionalistas que han defendido la aplicación del 155 de la Constitución. Los más interesados en esta coalición son los representantes del PP de Cataluña, que apenas tienen once diputados de los 135 que conforman todo el arco parlamentario. Pero Ciudadanos, con 25 diputados autonómicos, se niega a cerrar esa alianza prelectoral.

Desde la formación naranja alegan que una única candidatura de los tres partidos provocaría una fuga de votos. Ellos entienden que hay socialistas que nunca votarían a Xavier García Albiol o votantes del PP que no aceptarían al líder del PSC, Miquel Iceta. 

Por su parte, los conservadores creen que hace falta una única candidatura que defienda la unidad de España en un momento tan delicado como el que atraviesa el país. Los naranjas prefieren que las alianzas se formen una vez que los ciudadanos hayan depositado en una urna su voto. Si formarían un Gobierno en coalición o con un apoyo a la investidura del futuro presidente o presidenta es una cuestión que se tratará después del 21-D.

Los tres partidos del bloque constitucionalista acudirán a las urnas con sus actuales portavoces. Inés Arrimadas, líder de la oposición del Parlament catalán, será la candidata de Ciudadanos. Miquel Iceta será el cabeza de lista del PSC y Xavier García Albiol el representante del PP en las urnas. Fuentes internas de las tres formaciones consideran que esta es una buena oportunidad para imponerse al bloque independentistas y se muestran confiados en que la masa silenciosa que el 1 de octubre no acudió a la llamada del referéndum ilegal saldrá esta vez a depositar su apoyo a la España constitucional.

De hecho, las mismas fuentes apuntan a que ya manejan encuestas internas donde se pronostica el triunfo del bloque que defiende la Constitución y el Estado de derecho en detrimento de la alianza de Junts pel Sí. Además, confían en que la alianza independentista se rompa y haya formaciones que se queden por el camino. Este domingo, con la gran manifestación en Barcelona en defensa de la unidad de España, se dará el pistoletazo no oficial a una campaña electoral que culminará el jueves 21-D.

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