Alejandro Requeijo Daniel Montero

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha decretado el ingreso en prisión incondicional para la presunta yihadista detenida el martes en Palamós (Girona), según informan fuentes jurídicas. Le acusa de un presunto delito de integración en organización terrorista y la causa se encuentra bajo secreto de sumario.

Fuentes de la lucha antiterrorista precisan a EL ESPAÑOL que la joven, de 21 años de edad, se llama Soumicha Fathallah Ajnaou y que mantenía una relación sentimental a distancia con un radical que residía EE.UU. Ambos habían convenido trasladarse juntos a Siria para enrolarse en las filas terroristas. Por esa razón, esta operación desarrollada por la Guardia Civil contó con la colaboración del FBI norteamericano.

De nacionalidad española, fue arrestada el martes en Palamós (Girona), municipio en el que residía. Está acusada de llevar a cabo actividades de autoradicalización, captación, reclutamiento y envío de yihadistas a zonas de conflicto. Según los investigadores, la joven formaba parte de una red de individuos afines a Daesh y sus actividades habían sido detectados por los servicios de información e inteligencia internacionales desde hace dos años.

La yihad femenina

Durante los años de máxima actividad de reclutamiento y difusión de contenidos radicales, la organización terrorista estableció una rigurosa e intensa campaña dirigida, en buena parte, a ciertos colectivos femeninos, con la finalidad de concretar su desplazamiento a zonas de conflicto. El alto grado de vulnerabilidad que estos grupos ofrecían, encontraban en la organización terrorista un importante recurso de afiliación, como así sucedió en el grupo conformado, entre otros, por Soumicha Fathallah. 

Este proceso de radicalización le llevó paulatinamente a sucumbir a las más severas exigencias del rigor salafista, tanto en lo referido a la utilización del código de vestimenta estricto, absolutamente inusual en el entorno de vida de la detenida, como en el progresivo aislamiento de su actividad pública, que se ha ido apagando de forma alarmante, hasta el punto de ser inusual su actividad social.