La escalada soberanista ha provocado que en el Partido Popular voces autorizadas se inclinen por primera vez por ilegalizar partidos independentistas. El vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, a título personal, fue el primero en apostar por una reforma de la Ley de partidos que prohíba a los secesionistas. Poco después secundó la propuesta el líder del PP catalán, Xavier García Albiol. En este caso, el conservador pidió “replantear” la ley electoral para impedir que concursen quienes “llevan a la destrucción de España”.

Este sentimiento es compartido por el ala más dura del Partido Popular. En Génova, sin embargo, circunscriben al ámbito personal esta postura y dejan claro que no es la “postura oficial” del PP. El ‘número tres’ del partido, Fernando Martínez-Maillo, aseguraba tras escuchar las afirmaciones de sus compañeros que nuestro sistema político ampara la pluralidad ideológica, incluida la de los secesionistas. “Afortunadamente en nuestro país uno puede sentirse como quiera, es uno de los valores de nuestra democracia. Lo que se condena, lo que lleva una respuesta judicial y política son los hechos”, mantuvo.

Maillo reiteró que Casado hablaba a “título personal” cuando se mostró partidario de apostar por ilegalizar formaciones que promuevan la independencia. Según dijo el vicesecretario, en 2003, con la ilegalización de Batasuna, parecía que “iba a arder Troya” y “no pasó nada”, sino que “dejaron de arder los cajeros”. Casado puso como ejemplo Alemania, donde es obligatorio de que los partidos políticos respeten la soberanía nacional y la unidad del país para concurrir a las elecciones.

A pesar de la desautorización firme de Génova, Pablo Casado volvió este martes a mantener su postura intacta. “Yo tipificaría la ilegalización de los partidos que plantean la secesión”, insistió. El propio vicesecretario reconoció que la actual Ley de Partidos no prevé “la ilegalización de partidos que promuevan la independencia”. Para Albiol es un buen momento actualizar “lo que haga falta” de la Constitución, incluida “la ley electoral”.

El presidente del PP catalán está “abierto a escuchar opiniones justas, equilibradas y equitativas, pero no me parece muy presentable y no me parece que ocurra en otro país que alguien se presente para destruir tu propio país. Me parece insólito. Si alguien tiene la tentación de presentarse a las elecciones diciendo que si ganan llevarán a la destrucción de España, no me parece admisible”. En su caso, Albiol se refiere a ilegalizar “programas electorales” si plantean la proclamación de la independencia, pero matiza que no habla de ilegalizar partidos políticos.

Cómo aplicar el artículo 155

La estrategia que Rajoy ha mantenido para frenar al secesionismo no ha convencido a una buena parte de su formación. Dirigentes de todos los niveles han echado de menos más "mano dura" para frenar las ansias independentistas. Hay un sector cada vez más creciente que apostaba por aplicar el artículo 155 antes incluso del 1 de octubre. "Y nos hubiéramos ahorrado las fotos de los palos", replican. Ahora, cuando se dice que Rajoy lo aplicará "a fuego lento", las mismas voces piden una intervención "rápida que no deje margen a los independentistas".

En este conflicto también sale muy mal parada internamente Soraya Sáenz de Santamaría. En el seno del partido hay muchas críticas hacia la Operación Diálogo que puso en marcha la vicepresidenta para evitar el choque de trenes entre las dos administraciones. Una estrategia que ha resultado ser un fiasco.