Lourdes Cavero Mestre, la esposa del expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha declarado esta mañana en la Audiencia Nacional como investigada por un presunto delito de blanqueo de capitales en el marco de la Operación Lezo ante el juez Manuel García Castellón. Durante escasos 25 minutos, la esposa de González ha respondido únicamente a las preguntas del fiscal.

Cavero ha dicho que "nunca ha manejado dinero negro" y que en su casa, con su marido, solo habla de "las niñas". Así se ha desvinculado de los negocios de su marido investigados en la Operación Lezo y por los que Ignacio González está en la prisión de Soto del Real desde el 21 de abril.

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El fiscal le ha preguntado principalmente por la empresa Subastas Segre, que la mujer de Ignacio González presidió hasta mayo, y sobre la sociedad Chickies SL, en la que se recoge la actividad de la red de guarderías Mis Pollitos de Madrid y Salamanca. Las cuentas de esta compañía también están siendo investigadas por si constituyeron un vehículo para el blanqueo de capitales.

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En este sentido, la esposa de González ha sido preguntada por hasta 10 socios de estas dos compañías. El fiscal le ha pedido que explique si les conocía y si alguna vez actuaron como testaferros para los negocios de Ignacio González. Cavero ha afirmado conocerles, pero ha dicho que estas personas siempre "actuaron personalmente de acuerdo a sus criterios". También ha tenido que especificar cuál es su formación económica y universitaria ante el juez, que tras la declaración la ha dejado en libertad sin medidas cautelares. En todo momento Lourdes Cavero se ha desvinculado de los negocios de su marido y ha repetido varias veces que en casa nunca se hablaba de negocios, según ha podido saber EL ESPAÑOL por fuentes del caso.