Alejandro Requeijo Daniel Montero

La Generalitat ha redoblado en los últimos días su actividad diplomática en busca de apoyos a su causa independentista conscientes de que la respuesta internacional será clave para legitimar el resultado del 1-O. No obstante, los trabajos encabezados por el conseller de Exteriores, Raül Romeva, se cuentan por fracasos, según informan a EL ESPAÑOL fuentes conocedoras de estos movimientos. Paralelamente, radicales separatistas han llevado a cabo en las últimas fechas protestas en delegaciones diplomáticas españolas en el extranjero a favor del referéndum.

En el marco de estos de estos trabajos desplegados por el Gobierno catalán, el propio Romeva acudió el pasado jueves a una reunión del Círculo de Empresarios Holandeses celebrado el pasado jueves en el Hotel Gallery de Barcelona. El evento contaba con el respaldo del Consulado de los Países Bajos en la ciudad condal y tenía un objetivo básicamente empresarial y económico. A pesar de ello, el conseller de la Generalitat trató de extraer del encuentro algún tipo de compromiso. Ante su insistencia tanto los empresarios como el propio Consulado le hicieron saber su rechazo a la aventura rupturista emprendida por el Ejecutivo de Junts pel Sí.

Un rechazo similar recibieron del cónsul argentino. El diplomático sudamericano acudió la semana pasada a la Consejería encabezada por Romeva para participar en una reunión con la directora General de Asuntos Exteriores, María Badía i Cutchet. Esta mujer fue fichada para el cargo por el propio Romeva tras una dilatada experiencia como eurodiputada del Partido Socialista, formación con la que terminó rompiendo para integrarse en la estructura del Gobierno de Junts Pel Sí.

Rechazo argentino

Según las mismas fuentes consultadas, el cónsul argentino replicó los argumentos independentistas de Badía esgrimiendo como ejemplo el contencioso que enfrentó a su país con Chile a finales de la década de los 70 a cuenta del Canal de Beagle. Ambas naciones estuvieron cerca de protagonizar un conflicto bélico por el control de estas islas ubicadas al sur de la Isla Grande de Tierra del Fuego. Finalmente se evitó gracias a la mediación del entonces papa Juan Pablo II con la firma en 1984 de un tratado de paz.

En los últimos días han sido constantes las llamadas telefónicas procedentes de la Consellería -muchas de ellas efectuadas por el propio Romeva- a otros consulados con el objeto de concertar entrevistas personales. Sucedió al menos con el cónsul colombiano quien, tras consultar con su embajada en Madrid, rechazó la invitación de la Generalitat. El Gobierno, al tener conocimiento de esta estrategia, se ha puesto en contacto con las embajadas de algunos países aliados como Francia y Marruecos que han garantizado que tampoco acudirán sus representantes en Cataluña en caso de ser llamados.

Paralelamente a esta nuevo intentona desplegada desde los despachos, en las últimas fechas se han registrado también protestas y campañas de acoso en embajadas españolas en el extranjero por parte de independentistas. Según las fuentes consultadas, recientemente un grupo de personas a favor del referéndum entraron por la fuerza en el Consulado de España en Edimburgo (Escocia). Permanecieron unos minutos en el interior del edificio y se marcharon antes de que llegasen las autoridades. Protestas similares se han producido en el consulado de Oporto (Portugal) o en la embajada de Londres y la residencia del embajador.