Una iniciativa no vinculante, dos votos distintos del PSOE y una polémica política con mucho de artificial a tres días del 1 de octubre, fecha para la que los partidos independentistas han convocado un referéndum de autodeterminación en Cataluña. 

El Parlamento de Andalucía ha aprobado, con los votos a favor de PSOE, PP y Ciudadanos, una proposición no de ley de respaldo al Gobierno de España, en defensa de la legalidad y que apoya a los funcionarios y ciudadanos no independentistas en Cataluña.

El texto que ha salido este jueves adelante en la cámara autonómica es en origen el mismo que el PSOE tumbó la semana pasada en el Congreso en medio de un agrio enfrentamiento con Ciudadanos que no existe en Andalucía, donde el partido de Albert Rivera es el sostén del Ejecutivo andaluz. 

Las dos enmiendas del PSOE

Sólo contiene dos modificaciones propuestas por los socialistas: una muestra de apoyo a los ayuntamientos catalanes que no colaboran con el referéndum (mayoritariamente del PSC) y una referencia al entendimiento y solidaridad entre autonomías. Ambas enmiendas fueron aceptadas por Ciudadanos en la cámara autonómica. 

De este modo, la cámara autonómica sale adelante un texto casi idéntico a otro que naufragó en el Congreso, que no ha tenido un debate solemne y con resolución sobre el grave conflicto institucional y social en Cataluña. Los socialistas votaron a favor en Sevilla y en contra en Madrid (incluyendo a los diputados andaluces). 

La tramitación ofrece muchos detalles intrincados, zancadillas e inversión de energías sorprendente para una resolución sin efectos vinculantes ni consecuencias prácticas. En el Congreso, Ciudadanos no aceptó las enmiendas del PSOE, motivo por el cual Pedro Sánchez ordenó tumbar la iniciativa. En Andalucía, Díaz quería mostrar su apoyo al Gobierno central y presentó enmiendas por su cuenta, sin contar con Ferraz, más vagas que las registradas en el Congreso y que, a diferencia de éstas, sí fueron aceptadas por Ciudadanos.

La cuadratura del círculo de Díaz

Tras el disgusto de Ferraz, el PSOE andaluz trató de hacer la cuadratura del círculo y presentó este mismo jueves otras dos enmiendas a última hora (in voce) que incluían una reivindicación importante de Sánchez: una "apuesta por el entendimiento institucional para la resolución de los problemas políticos una vez garantizado el cumplimiento estricto de la ley y el respeto a nuestro ordenamiento constitucional".

En el Congreso, Sánchez impulsa una comisión parlamentaria para revisar el modelo autonómico que Ciudadanos rechaza, pero la enmienda formulada por el PSOE en Andalucía, más genérica que la de la cámara baja, sí fue aceptada por el partido naranja. 

Cuando parecía que la resolución saldría adelante, Podemos ejerció su derecho de anular las dos enmiendas de última hora, aunque hicieran referencia al "entendimiento institucional", algo en consonancia con el referéndum pactado que defiende Pablo Iglesias. 

Ferraz quita hierro a la discrepancia con Díaz

El PSOE, pese a que puede ofrecer una imagen de división, mantuvo su voto a favor y culpó a Podemos por "pura irresponsabilidad y frivolidad", en palabras de Mario Jiménez, portavoz parlamentario del PSOE. 

El equipo de Sánchez quitó hierro a la discrepancia entre lo que votaron los socialistas en el Congreso y en el Parlamento de Andalucía. "Somos comprensivos con los equilibrios autonómicos", explican fuentes de la dirección.

"Estamos centrados en el problema catalán y entendemos que hay parlamentos que tienen que condicionar sus apoyos", especialmente cuando afectan a la estabilidad política del Gobierno. "Pero, ¿por qué Ciudadanos acepta en Andalucía la apelación al diálogo y la rechaza en el Congreso? Son ellos los que varían su posición de parlamento a parlamento", se preguntan en Ferraz.

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