Una vez anulado el viaje oficial de Mariano Rajoy a Tallín, el presidente del Gobierno tiene previsto seguir cada acontecimiento que suceda en Cataluña los días previos al 1 de octubre desde su despacho del palacio de la Moncloa. El domingo, el día que los separatistas han fijado en el calendario para celebrar el referéndum ilegal, el jefe del Ejecutivo seguirá los acontecimientos desde su despacho acompañado de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y parte de su equipo más cercano. De hecho, en Moncloa dan por hecho que el presidente hará una declaración institucional a última hora del día para invalidar el "alboroto" que se haya montado en las calles de Cataluña durante esa jornada y confirmar que "el referéndum no se ha celebrado".

El Partido Popular de Cataluña ha organizado para la víspera una concentración en Badalona a favor de la unidad de España. Sin embargo, la dirección nacional del PP todavía estudiaba este miércoles si la presencia de la cúpula del partido alentaría el enfrentamiento entre los que se sienten catalanes y españoles. "Esta no es una guerra de banderas. Es cumplir o no cumplir la ley", argumenta uno de los colaboradores más cercanos al líder del PP. El día del referéndum, algunos miembros de la dirección nacional seguirán los acontecimientos desde la sede nacional del partido, aunque no se ha querido aún desvelar si la secretaria general, María Dolores de Cospedal, acudirá.

La gran duda que divide a los conservadores es el mensaje que transmitirá el presidente el domingo, cuando finalice la primera parte de este proceso y comience la segunda fase. Hay un sector cada vez más amplio dentro del PP que apuesta porque Rajoy brinde en ese mismo instante una oferta de diálogo a los dirigentes en Cataluña para intentar evitar que proclamen la independencia. Sin embargo, qué pasos dará el presidente en cuanto pase el 1-0 es para todos un misterio.

La única certeza que comparten en el Gobierno y en el PP es que no se va a celebrar un referéndum. "Será un paripé, pero no una votación legal", añaden. Sin embargo, pocos se aventuran a descifrar qué pasará a partir de entonces. Todas las fuentes consultadas coinciden en que todo dependerá de los pasos que den los independentistas a partir de los acontecimientos del fin de semana.

Declarar o no la independencia

Muchos populares están convencidos de que, "si ya hemos llegado hasta aquí", los soberanistas continuarán con su hoja de ruta y, a partir del miércoles, declararán unilateralmente la independencia de Cataluña. La opción que barajan en el PP es que un grupo parlamentario pida alterar el orden del día del pleno y pida a la Mesa que se reúna para debatir ese tema. "Sería algo similar a lo que sucedió el 6 y 7 de septiembre", describe a este diario un destacado miembro del PPC.

Los conservadores están convencidos de que el president Carles Puigdemont "querrá vestir de solemnidad su declaración" y que buscará declarar la independencia a través del Parlament. Si se llega a este punto de no retorno, las vías que tiene el Gobierno para actuar son varias. La medida más drástica sería aplicar el artículo 155 de la Constitución e intervenir la autonomía. En este caso tendría que aprobarlo el Senado por mayoría, una Cámara de representación territorial donde el PP goza de mayoría absoluta.

Qué pasará a partir del lunes

Hay conservadores que creen que esta es la medida más extrema y que antes tendrían que aplicarse otras como la Ley de Seguridad Nacional. Además, también quieren actuar de forma más rotunda con los demás partidos constitucionalistas, como son PSOE y Ciudadanos. Qué pasará a partir del lunes es un misterio que nadie quiere aventurarse a desvelar. "Es una quiniela que cambia en cuestión de segundos", describe un alto dirigente del PP.