Juana Rivas ha explicado en una entrevista los maltratos que sufrió a manos de su expareja, Francesco Arcuri. En El Programa de Ana Rosa ha explicado que se trataba de vejaciones tanto físicas como verbales.

Juana Rivas en el juzgado

Concretamente ha explicado lo que ocurrió una noche que salió a bailar en la playa con unos amigos, "la más grave". Previamente, había pedido varias veces a Arcuri salir, y varios amigos se ofrecieron para quedarse con los niños. Él se había negado, igual que hizo esa noche de junio, en la que había una "fiesta de la luna llena".

"El día que yo sentía que me moría, yo entro a casa. Era de madrugada, no sé si las cinco o las seis, estuvimos bailando en la playa. Y al abrir la puerta pues ya me coge del pelo... Me da cosa contarlo por si llega a mi hijo. Me empieza a golpear por la casa y me encuentro en el salón que me está estrangulando", cuenta Juana.

La madre de Maracena cuenta cómo intentó sobrevivir: "Yo intento luchar, quitarle las manos, pero al final pierdo las fuerzas porque no puedo respirar. Siento que me estoy muriendo. Imagino que él se da cuenta y me quita las manos. Yo ya me había hecho mis necesidades encima. Él me dice que no me preocupara, que aún no me iba a matar, que me quedaba mucho que sufrir."

Sobre los insultos, Juana, que el pasado martes se declaró inocente en el juzgado de Granada, ha asegurado en el programa de Telecinco que "hablamos de los peores insultos que puedes imaginar, que no me gustaría ni repetirlos".

Igualmente ha explicado que los maltratos físicos no eran cosa de una vez: "Tenía muchas manías con alimentos. Cuando hacía una paella, se me olvidaba y ponía pimiento, me decía que era una falta de respeto, que lo hacía aposta y al final acababa agarrada de los pelos y contra un azulejo delante de los niños."

Juana también ha explicado cómo intentó avisar a la Policía: "Él me persigue y me quita el teléfono. En una ocasión, consigo hablar con ellos, pero se corta la señal y la cosa se queda allí."

Del mismo modo, ha explicado que no consigue ponerse en contacto con sus hijos: "Desde hace un tiempo no tengo teléfono, pero llamó desde el teléfono de mi madre y de mi hermana. Él sabe que soy yo. Escucha mi voz y me cuelga cuando le pido hablar con mis hijos. No sé con qué idea lo hace."

Además, afirma que ha" seguido viviendo el maltrato tras separarme porque las conversaciones con mis hijos eran sobre qué hacía mamá, con quién ha estado mamá, que amigos tiene mamá. Es un hombre súper celoso."