Alejandro Requeijo Daniel Montero

Un comandante español del Ejército de Tierra pasaba la tarde del domingo plácidamente en el resort Le Campement Kangaba, a unos 20 kilómetros al sur de Bamako (Mali). Estaba descalzo y en bañador junto a un grupo de personas, entre ellos compañeros de otras nacionalidades en misión internacional. En el complejo había también civiles. Pero la paz dominical del lugar se vio alterada cuando el militar se levantó para dar la voz de alarma ante la presencia de un grupo de hombres armados que se aproximaba en actitud desafiante. Eran yihadistas y lo que sigue son aproximadamente 30 minutos de angustia en los que la actuación del comandante fue clave para poner a salvo a varios compañeros y civiles, incluyendo una menor y un bebé.

Según informan a EL ESPAÑOL fuentes del Estado Mayor de la Defensa, este militar pertenece al Cuartel General del Mando de Canarias (MACAN) y lleva desde el mes de marzo destinado en la EUTM, la misión de la Unión Europea en Mali dedicada a labores de adiestramiento y asesoramiento a las tropas locales. Siempre según este portavoz, la rápida reacción del comandante permitió que mucha gente corriese a ponerse a cubierto y evitar una matanza mayor. Los yihadistas, pese a que se había frustrado el factor sorpresa de su ataque, lograron asesinar a varias personas.

Un lugar frecuentado por europeos

El militar español y otros compañeros corrieron a parapetarse en la ladera de una colina contigua a este hotel frecuentado habitualmente por ciudadanos europeos. Tras ellos se separó uno de los terroristas, que abrió fuego contra el grupo formado por entre siete u ocho personas, no todos militares. En ese momento el español pidió a un oficial que iba con él que le dejase su pistola reglamentaria. Con ese arma se volvió y respondió con disparos al yihadista que, sorprendido por la reacción de una persona descalza y en bañador, procedió a cubrirse de los disparos. Ese retroceso del terroristas fue aprovechado por el grupo para avanzar por la colina e instalarse en un lugar más seguro.

En ese escondite se encontraron con un grupo de civiles que habían salido huyendo del lugar y entre ellos había una menor de edad y un bebé a los que dieron protección, siempre según las fuentes del Estado Mayor de la Defensa. Al haber ganado algo de tiempo, el comandante español, nacido en 1974, usó su teléfono para ponerse en contacto con el cuartel general de la misión europea en Mali. Aguardaron a salvo, ajenos a la intervención que en el complejo hotelero llevaron a cabo la Policía de Malí en colaboración con efectivos de la fuerza de acción rápida de la misión europea para reducir a los terroristas.

Tras la resolución del asalto, este militar español tuvo que ser trasladado a un hospital porque presentaba cortes en los pies tras su incursión y enfrentamiento con el terrorista en la colina. En ese mismo complejo hotelero había además un subteniente también español del Ejército de Tierra que permaneció en paradero desconocido una parte de la noche. Finalmente fue localizado y se constató que estaba ileso. Como adelantó este diario, ambos salvaron su vida del último atentado yihadista en Mali donde el terrorismo también golpea con fuerza.

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