La integración se ha impuesto en la Andalucía socialista. En un cambio de estrategia de última hora, Susana Díaz –la gran derrotada en las primarias del 21-M— ha tendido la mano a los sanchistas y ha abierto al diálogo la composición de las listas de los 255 delegados andaluces que participarán en el congreso federal que ratificará a Pedro Sánchez como secretario general del PSOE. De momento, una tensa calma impera en la región.

Al sector susanista le ha costado gestionar el fracaso en el proceso de primarias después de que sólo la militancia socialista de Andalucía apoyara su proyecto. Susana Díaz se refugió entonces en su comunidad y cerró las puertas a negociar cualquier consenso en las listas. Quería así neutralizar el avance de un sector crítico, el sanchismo, que había logrado más del 30% de votos el pasado 21-M en su feudo socialista, que controla desde noviembre de 2013.

Sin embargo, hubo un cambio de estrategia a final de esta semana. La presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE-A dio un paso atrás y distribuyó nuevas instrucciones entre los suyos: sentarse a consensuar una lista de integración. Trasladó la idea de que ya no hay bandos en el PSOE, no existe el susanismo, apoyará a Pedro Sánchez y no exigirá cuota de poder en la Ejecutiva federal.

Integración y consenso

Dicho y hecho. Los secretarios provinciales se pusieron en marcha. Salvo en Huelva y Córdoba donde las negociaciones siguen abiertas, las listas de delegados que este fin de semana se están votando en los congresillos son de integración y consenso, aunque con una representación mucho más destacada de afines a Susana Díaz, ya que fue la candidata más votada en Andalucía. Se respeta, por tanto, la proporcionalidad de las primarias.

Este giro en el discurso de Susana Díaz no debe entenderse como una rendición, sino más bien un gesto de “generosidad” y de un “esfuerzo mayor” de la baronesa andaluza. O al menos así lo ha defendido Verónica Pérez, secretaria general del PSOE de Sevilla, la agrupación más numerosa del país y donde la batalla entre bandos ha sido especialmente complicada. En esta provincia no se cerró un acuerdo hasta altas horas de la noche del viernes. In extremis.

Díaz en su primera intervención tras confirmarse su derrota en las primarias del PSOE. EFE/Javier Lizón

Sólo Sevilla aportará al congreso federal un total de 56 delegados. Susana Díaz encabezará esta lista acompañada de otros 40 dirigentes socialistas afines, mientras que los sanchistas han conseguido tener 15 representantes, entre ellos los dos hombres fuertes de Pedro Sánchez en Andalucía: Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y Francisco Toscano, alcalde de Dos Hermanas. Él habría encabezado la lista alternativa si no se lograba el acuerdo con los susanistas.

"Necesario por el bien del PSOE"

En Sevilla, los cuchillos no han dejado de volar hasta la firma del acuerdo. Había dos focos de conflicto: por un lado, el propio PSOE provincial lanzaba el viernes el mensaje de que los sanchistas no reunían el 20% necesario para tener representación en el congresillo –de ahí el gesto de “generosidad" de integrarlos- y las reticencias del susanismo de incluir como delegados a Celis y Toscano.

Finalmente, el viernes tarde se sentaron a negociar y, tras un tenso debate, se cerró la lista ya entrada la madrugada del sábado. “Las mayorías siempre tienen que ser generosas y, en este caso, lo hemos sido porque entendíamos que era necesario por el bien del PSOE”, ha dicho Verónica Pérez tras dar las “gracias” a Susana Díaz “que, sin duda, es quien ha realizado un esfuerzo mayor para logra la integración”.

Para el sanchismo, en cambio, la generosidad ha sido recíproca. Alfonso Rodríguez Gómez de Celis ha defendido que “todos hemos sido lo suficientemente generosos al objeto de lograr el encuentro”, ya que, entre los 345 delegados sevillanos de este congreso provincial extraordinario, el sector afín a Pedro Sánchez contaba con “un apoyo lo suficientemente amplio para estar representado más o menos como lo estamos en este momento”.

Una vez superado el debate de la integración, Susana Díaz confía en tener un congreso regional tranquilo, en el que ser reelegida secretaria general del PSOE-A, sin interferencias de Pedro Sánchez y sin que se cuestione su liderazgo. Aunque su equipo ha trasladado públicamente que no va a promover una candidatura alternativa en Andalucía, también es cierto que otros afines que no lo han descartado.

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