Han prendido las cenizas de Bollywood y sus Oscar, aquel festival de cine indio que el Gobierno de Manuela Carmena decidió financiar con un millón de euros. La inyección, que a punto estuvo de marchitarse por algunos fallos técnicos en las escrituras, dividió al propio Ejecutivo y exasperó a la oposición.

Las facturas, recién aprobadas por los interventores municipales, muestran varios lujos pagados por el Consistorio: masajes y spa en las habitaciones, camareros particulares, limusinas y delicados platos de sushi. Todo ello a cargo de las arcas públicas. Según ha podido saber este periódico, el agasajo sufragado con el dinero de los madrileños ha molestado a varios concejales, en especial a los de Ganemos, la fuerza más a la izquierda de las que nutren el Ejecutivo de Carmena. “Queremos una comisión de investigación”.

"Deben depurarse responsabilidades"

El movimiento ciudadano es consciente de que con esta reivindicación sitúa en el punto de mira a varios cargos importantes de su propio Gobierno. “La alcaldesa no tiene nada que ver, no es súper woman, no gestionó directamente esto, pero deben depurarse las responsabilidades”.

Entre líneas señalan a Luis Cueto, coordinador general de la alcaldía y mano derecha de Carmena, que gestionó esta subvención.

Las fuentes consultadas por este periódico se confiesan “escandalizadas” por la doble moral del gasto, el lujo pagado por “el Gobierno del cambio y de la gente”. El Ayuntamiento de Madrid empleó un millón de euros en Bollywood. De esta partida, alrededor de 70.000 correspondieron a la seguridad del evento, más de 200.000 a las limusinas, otros 73.000 a sus conductores, 200.000 a la producción televisiva y 252.000 en lo que se refiere a los hoteles.

"Se nos coló"

Esta última cifra es la que ha levantado más ampollas. En las facturas revisadas por este periódico, son varias las habitaciones que incluyen las cenas ostentosas y los masajes con spa, valorados en cerca de 200 euros por sesión. Fuentes municipales explican a este periódico que el lujo es intrínseco a los artistas invitados: “Sabíamos que llevan ese tren de vida, son estrellas del cine, no van a ir en autobús a los sitios. El tema de los masajes nos pareció demasiado y lo echamos para atrás, pero hubo algunos que se nos colaron, no fue mucho dinero, quizá 500 euros”.

Pero la oposición no se fía. En las facturas, disgregadas en habitaciones, aparece el porcentaje cubierto por el Consistorio –los patrocinadores privados aportaron otros 8 millones a los Oscar de Bollywood–. Debe de haber muchos más documentos, ¿qué pasa con el resto?, han preguntado PP, PSOE y Ciudadanos.

“Lo ideal es una comisión de investigación para averiguar cómo, quién y por qué ha controlado el dinero invertido. Veremos si ha sido un error del funcionariado o de las personas en las que delegó Carmena”, relatan desde Ganemos.

Otro desencuentro más

En cualquier caso, el ala izquierda del Ejecutivo municipal apuesta por dilucidar antes “qué ha venido ocurriendo con el Open de tenis”, denunciado ante la fiscalía por los ediles Carlos Sánchez-Mato y Celia Mayer, próximos a esta corriente. “Establezcamos prioridades, faltan muchas cosas por salir”.

Las diferencias reavivadas por los lujos de Bollywood son sólo la muestra de un conflicto ideológico cada vez más pronunciado en el seno del Gobierno de Manuela Carmena. Sin ir más lejos, la okupación del palacete del Paseo del Prado enfrenta a la alcaldesa con los concejales que exigen respetar a los usurpadores.

El urbanismo, la Memoria Histórica, los titiriteros o la postura en torno a Venezuela son algunos de los temas candentes que resquebrajan el Ejecutivo municipal; un aspecto que, de puertas hacia fuera, los ediles califican como “natural”.