El Gobieno vasco y la UPV han hecho un llamamiento a la la ciudadanía para tratar de esclarecer la desaparición hace más de 40 años del dirigente de ETA político militar Eduardo Moreno Bergaretxe, Pertur. Aportar luz a lo sucedido es el principal objetivo del informe sobre la situación del caso elaborado por la Cátedra de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la UPV, promovida por ambas instituciones, que ha sido presentado este miércoles en San Sebastián.

Jon Landa, director de la Cátedra y del trabajo realizado, ha pedido que quien pueda contribuir a saber lo que pasó y dónde están sus restos haga llegar esa información a las autoridades aunque sea de forma anónima. Ha apelado a razones “de justicia” pero también de “humanidad”, para que la familia pueda cerrar “el círculo de dolor” en el que se halla desde 1976.

Landa ha explicado que la desaparición no es una violación de derechos humanos que pertenezca al pasado, sino que “es actual” porque sigue sin saberse el paradero de Moreno Bergaretxe. En términos técnicos “el delito sigue cometiéndose” y hay que seguir investigando.

La Cátedra de la UPV ha actualizado y sistematizado la información existente sobre el caso y ha incluido el resultado de la última instrucción judicial llevada a cabo por el juez Fernando Andreu entre 2008 y 2012, que acabó en archivo provisional. Recoge todas las aportaciones pero “no privilegia” ninguna de las dos hipótesis que se mantienen sobre la autoría de la desaparición.

DOS TEORÍAS CONTRAPUESTAS



O fue obra de los comandos Bereziak, un sector de ETA pm enfrentado a las tesis de Pertur; o responsabilidad de los cuerpos policiales, bien de forma directa, o bien indirecta a través de grupos parapoliciales españoles o neofascistas italianos. La duda sigue abierta y no hay datos que permitan que una teoría aparezca como más verosímil que la otra.

La investigación judicial no ha descartado ninguna hipótesis y el esclarecimiento del caso se halla en punto muerto. De ahí el llamamiento dirigido a la sociedad vasca en general para que contribuya a su desbloqueo y alivie la situación de la familia y la recomendación elevada ante las instituciones para que promuevan una campaña que urja a la ciudadanía a colaborar en la consecución de nuevas pistas.

El estudio elaborado por la UPV ordena los indicios a favor de una u otra tesis sobre la desaparición y repara en las contradicciones que se observa en cada una de ellas. Su finalidad es actualizar la información, hacerla accesible e impedir que el caso se olvide hasta lograr, finalmente, que se resuelva.

También acomete un análisis jurídico sobre si los hechos podrían quedar prescritos o sus autores ser amnistiados, objeciones esgrimidas para el archivo definitivo de la causa. Concluye que a la luz del derecho internacional ninguno de esos argumentos representa un impedimento para continuar investigando y que la inacción es “inaceptable” tanto desde un punto de vista jurídico como humano.

La presentación del informe busca también otorgar reconocimiento institucional a la familia de Pertur por el daño sufrido. Según ha expuesto Monika Hernando, directora de Víctimas y Derechos Humanos del Gobierno vasco, es “el primer paso” hacia la reparación de una víctima que, al no estar claro el victimario, se ha quedado fuera de las leyes establecidas para resarcir a los afectados por la violencia.



DESAPARICIÓN EN 1976





Eduardo Moreno Bergareche desapareció en Francia el 23 de julio de 1976 cuando tenía 25 años y se dirigía desde San Juan de Luz a una cita en Behobia (Hendaya). Los últimos en verle con vida fueron los dirigentes de ETA pm Miguel Ángel Apalategi, Apala, y Francisco Mujika Garmendia , Pakito, pertenecientes a los Bereziak . Según su testimonio se encontraron a Pertur en San Juan de Luz y en respuesta a su petición accedieron a trasladarle en coche hasta Behovia y lo dejaron en un cruce próximo a la frontera con Irún.

Eduardo Moreno Bergareche, Pertur Efe

Las primeras sospechas recayeron sobre grupos parapoliciales españoles por los ataques perpetrados contra refugiados de ETA en el sur de Francia. Al cabo de un tiempo la familia empezó a manejar otra hipótesis que señalaba a los Bereziak al tener constancia de la rivalidad que mantenían con Pertur, partidario de aprovechar el tiempo que se abría tras la muerte de Franco para apostar por una vía política que relegara la lucha armada.

Los autores del informe presentado este miércoles en la sede del Gobierno vasco consideran que la investigación policial y judicial realizada tras la desaparición fue “muy deficiente” y reparan en el hecho de que si la instrucción se reactivó en 2008 fue a instancia de parte, gracias a la querella presentada por la familia. Su abogado, Martín Auzmendi, denunció en 2016, tras 40 años sin noticias de Pertur, el “desinterés” tanto de ETA como de la policía española por saber lo que ocurrió con el joven donostiarra militante de la organización armada.

“Hay gentes que conocen lo sucedido y callan. Todo hace indicar que, con la intervención de alguna persona de su confianza, Pertur fue víctima de una cita trampa, cuyo objetivo era conducirle a quienes tenían preparado su secuestro y desaparición”, señaló Auzmendi.

La Cátedra de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la UPV fue creada en 2016 mediante un convenio entre el Gobierno vasco y la Universidad pública. En su plan de trabajo se contemplaba el desarrollo de un proyecto de investigación sobre un caso emblemático de vulneración de Derechos Humanos. Se eligió el de Pertur en aras a contribuir a su clarificación y porque se cumplían entonces 40 años de su desaparición.