Díaz presenta a Sánchez como un oportunista y él la culpa de que gobierne Rajoy

Acaba el debate. Muchas gracias por seguirlo con nosotros. Ahora participa en nuestra encuesta y dinos quién crees que ha sido el vencedor.

Sánchez concluye con un mensaje de esperanza prometiendo que con él el PSOE volverá a ser “la primera fuerza política”. “Que sea la última vez que un secretario general tenga que dimitir por cumplir con su palabra”.

Susana Díaz se ha despedido con un mensaje prefabricado y con su consigna política. "Soy socialista desde muy joven y aprendí en la casa del pueblo que el valor de que un socialista fuera honesto"... "¡El PSOE es mucho PSOE!".

Sánchez ataca al presidente de la Gestora, Javier Fernández, refiriéndose a las declaraciones en las que asumió que el PSOE había derrocado a Sánchez. Recuerda ahora la “máxima autoridad”, Verónica Pérez y pasa a atacar a Díaz por sus “32 gestoras”, según ha leído en un medio de comunicación. Díaz se sonríe al ver cómo su rival dibuja un perfil autoritario de su trayectoria en el partido.

Si yo hubiera perdido una votación me habría marchado y nunca hubiera puesto una urna detrás de una cortina. Por segunda vez, insistió en que ella es "transparente" y es "socialista en lo público y en lo personal". Estas pullitas aluden a los rumores sobre si el suegro de Pedro Sánchez ha financiado su campaña y a su imagen de pijo, frente al origen humilde -la "casta de fontaneros"- de la presidenta andaluza.  

“No vale con ser leal con el que gana” sino que hay que ser generoso par “integrar al que no gana”, dice López, que reivindica la “O” de las siglas del PSOE: los obreros, los parados, los jóvenes. Según él, sería un “desastre” que la nueva dirección no integrara a los que pierdan.

A Susana Díaz no le ha gustado que Patxi López le haya dicho que no se puede ser secretaria general a tiempo parcial. Por eso le ha recordado que él sí compaginó su cargo como lehendakari con sus responsabilidades en la dirección del PSOE. Inmediatamente ha vuelto contra Pedro Sánchez, a quien le reprocha haber querido subordinar el interés general de España y del PSOE a sus intereses personales.

“El PSOE necesita dedicación de 25 horas al día”, dice López en referencia velada a Díaz, que pretende mantener la presidencia de la Junta de Andalucía si gana. “A jornada completa, no a media jornada”.

Si él es el elegido, López llamará a los demás candidatos. “Para deciros: ‘Se ha acabado la broma” y ponerse a trabajar juntos. Si no, también. “Pero no para que integres a Patxi López” sino “al 100% del partido”.

Entre los políticos no socialistas, no son muchos los que están comentando públicamente el debate  en redes sociales. Uno de ellos es Pablo Echenique, que ha aprovechado el momento para insistir en la moción de censura contra Rajoy.

En Ciudadanos, en cambio, no están siguiendo demasiado el debate y los de Rivera prefieren disfrutar de la festividad de San Isidro.

Sánchez propone en el tercer y último bloque, el de modelo de partido, “una dirección tan a la izquierda como sean los militantes” y un PSOE que deje atrás la época “de los notables”. Y pasa al ataque reprochando a Díaz que la Ejecutiva del PSOE en Andalucía aprobó el pacto con Ciudadanos que le permitió gobernar mucho después de su investidura.

Susana Díaz presume de haber unido al PSOE andaluz y de haber mejorado el clima interno: su experiencia como prueba de lo bien que le iría al socialismo español con ella al frente. Decidió presentarme tras oír dos afirmaciones graves: la de que "en el PSOE hay bandos", otro dardo envenenado a Sánchez, a quien acusa de esconderse "detrás de los militantes.

El diputado vasco desgrana sus propuestas sobre el modelo de partido: eliminar la ronda de avales y convertirla en una primera vuelta, regular el uso de consultas para evitar que sean un instrumento “del jefe de turno” como ocurre en las “repúblicas bananeras”. También plantea revitalizar las Casas del Pueblo que “languidecen”. “Nacieron para enseñar a leer” y ahora hay que utilizarlas para ayudar a los vecinos.

“Sé que esto no gusta oírlo. Cuando me afilié al PSOE fui consciente de que renunciaba a parte de mi libertad”. Ser coherente es “aceptar sus decisiones”, dice López probablemente en referencia a Sánchez, que no aceptó la abstención decidida por el Comité Federal.

“A mí no me gustó aquella decisión. Perdí“, dice sobre la abstención. “Pero quiero que mi partido siga siendo un partido” y que “cuando se tome una decisión, los militantes la asuman”.  Entre sus propuestas, que un secretario general no pueda ser relevado salvo por la militancia.

En este debate, Susana Díaz, que ha contado con la ayuda de Patxi López, ha hecho lo posible por romper el favor que los sondeos han dado a Pedro Sánchez. No sólo no ha rehuido el cuerpo a cuerpo sino que no ha parado de golpear al ex secretario general: por no haber asumido ninguna responsabilidad en la derrota, por incoherente en asuntos principales como el concepto de la nación, por personalizar la "izquierda inútil" de quienes no firman decretos ni tienen poder.

El debate se enciende justo al final, antes de una pausa de cinco minutos. López pasa a la ofensiva situándose entre los dos proyectos y lanzando reproches a ambos.

El exlíder del PSOE dice que él busca la unidad, pero antes de las urnas sino antes. “Que sepas que este proyecto es nuestro proyecto y tus propuestas están incluidas en el proyecto que estoy encabezando”.

El diputado vasco se crece en el debate pidiendo unidad y un partido que no sea “el ibuprofeno” de la derecha, con pobreza y desigualdad. “Esta es la radiografía de este país. ¿Y nosotros peleándonos entre nosotros?”.

Patxi López despliega de nuevo el discurso de la unidad. “Al final es verdad. Sólo hay dos alternativas, pero no son las que planteáis”, dice López. No se trata de un “izquierdómetro” o insistir en el “partido ganador”. “O armar bloques enfrentados”, “unir a medio partido para combatir al otro medio”, “levantar el puño o tender la mano”, dice López.