Los partidos vascos y navarros con representación parlamentaria, a excepción de PP y UPN, han escenificado este miércoles en un hotel de Bilbao su apoyo al desarme de ETA mediante la presentación de un manifiesto en el que piden a la banda la entrega de las armas bajo los criterios establecidos y a los Gobiernos español y francés que “coadyuven” en la culminación del proceso.



La presencia del PNV y del PSE-EE junto a EH Bildu ha sido duramente criticada por el PP, partido excluido de la convocatoria, que ha denunciado “la sumisión” de ambas formaciones a la estrategia de ETA y los postulados de la izquierda aberzale y denunciado su presencia en la “foto de la vergüenza”.



El manifiesto está suscrito por PNV, EH Bildu, PSE-EE, Geroa Bai, Podemos e Izquierda Unida así como por los sindicatos ELA, LAB CCOO y UGT y otras organizaciones sindicales minoritarias. Todos los firmantes han participado en el acto, donde se ha leído el texto sin admitir preguntas, aunque su representación ha sido de distinto nivel. Entre ellos han asistido los máximos dirigentes del PNV, Andoni Ortuzar; de EH Bildu, Arnaldo Otegi; de Podemos Euskadi, Nagua Alba; y de Ezker Anitza, Isabel Salud; mientras que por parte del PSE-EE ha acudido la miembro de la Ejecutiva Rafaela Romero y no su secretaria general, Idoia Mendia.



De igual manera, han estado presentes los secretarios generales de ELA y LAB, Txiki Muñoz y Ainhoa Etxaide; pero no los de CCOO y UGT Euskadi, representados por secretarios de distintas federaciones.



“HITO IMPRESCINDIBLE”



El documento en apoyo al desarme de ETA es muy similar al ya conocido y que se aprobará este jueves en el Parlamento Vasco, promovido por PNV y PSE-EE, partidos que sustentan el Gobierno de Íñigo Urkullu, implicado en la operación desarrollada por los mediadores vascofranceses organizadores de la jornada prevista para este sábado en Bayona.



En el texto se pide a ETA que realice un único acto de desarme “unilateral, completo, definitivo y verificado”. Se valoran favorablemente tanto la intervención de los autodenominados “artesanos de la paz” como la de los verificadores agrupados en la Comisión que encabeza Ram Manikkalingam. Se anima a las instituciones vascas y navarras a perseverar en sus gestiones para que la entrega de las armas se efectúe con garantías de legalidad y seguridad. Y se invita, finalmente, a los Gobiernos español y francés a contribuir a que la operación culmine con éxito. Entre sus peticiones no figura la disolución de ETA.



Los firmantes consideran el desarme “un paso imprescindible para la paz” y dan “credibilidad” a su anuncio y a que se producirá “con carácter irreversible, completo, unilateral y sin condicionamiento político”. Afirman que es un “hito básico” en la consecución de un proceso final ordenado de la violencia y aseguran que, “recordando a todas las víctimas”, se podrá avanzar en un nuevo tiempo centrado en la convivencia.



La iniciativa del Manifiesto ha estado liderada por ELA, que excluyó de antemano al PP vasco. Los populares no fueron invitados a participar en la gestión del documento. Su ausencia ha sido explicada por el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, por las posiciones que los populares mantienen en materia de paz y convivencia. Por su parte, Arnaldo Otegi, secretario general de Sortu, ha incidido en que sus posturas “extremistas” son la causa de que el PP lleve “mucho tiempo excluido de la vida social y política de este país".



LA BATALLA POR EL RELATO



Desde el PP vasco se ha criticado la presencia de PNV y PSE-EE y acusado a sus dirigentes de secundar los postulados de la izquierda abertzale y de contribuir con “su sumisión, colaboración o poniéndose de perfil” a que el desarme pueda visualizarse como un “éxito” de ETA y no como la consecuencia del “éxito colectivo” de las FSE y de miles de ciudadanos que consiguieron su “derrota” y que fue “certificada” el 20 de octubre de 2011.



Su secretaria general, Amaya Fernández, ha lamentado tras el manifiesto leído en Bilbao, que PNV y PSE-EE se hayan prestado a “compartir “ con Otegi la “foto de la vergüenza”.



Ha denunciado la terminología y el contenido del texto presentado, porque obvia que ETA es “una banda terrorista” , no menciona “su pasado sanguinario” y despoja a las víctimas de su condición de víctimas del terrorismo. “Creemos que hay cosas que no se pueden consentir”, ha expuesto.



Fernández ha afirmado que la sociedad vasca respalda la postura del PP sobre que ETA ha sido derrotada y hubo víctimas del terrorismo. “Hay precios que ni siquiera por una foto se deben pagar”, ha insistido.



El PP está convencido de que desde que se anunció el desarme se asiste a una “estrategia descarnada de la banda por blanquear su pasado y presionar a los Gobiernos democráticos de España y Francia”. A ella estarían contribuyendo colectivos de su entorno social y político, que “inflan” las expectativas sobre el llamado “Día del desarme”.

Amaya Fernández ha incidido en la batalla por el relato de lo sucedido que se está librando en el País Vasco y ha advertido contra quienes pretenden “engañar” e introducir “una amnesia colectiva” sobre lo que pasó durante las últimas décadas.



Frente a quienes ponen el acento en ETA y en su gesto “de bonhomía y generosidad” al desarmarse, ha reivindicado el “empoderamiento “ de la sociedad civil vasca y la custodia del relato veraz de lo que ocurrió en Euskadi.



Bajo esos parámetros el PP ha organizado para la víspera de la jornada convocada en Bayona un acto en un hotel de Vitoria bajo el lema “El valor de la libertad. Por todos aquellos que alzaron su voz para defender la democracia”.



Entre otras personas aún por determinar, ofrecerán su testimonio a partir de las cinco y media de la tarde el catedrático de la UPV Ricardo Miralles, uno de los fundadores del foro de Ermua; el guardia civil retirado herido en atentado Juan José Mateo; y la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, hermana del concejal del PP asesinado por ETA.



Ciudadanos, que no tiene representación parlamentaria en el País Vasco, ha sumado sus críticas a las del PP por la “incomprensible y lamentable” presencia de los representantes de PNV y PSE-EE junto a Arnaldo Otegi.



Su portavoz , Nicolás de Miguel, ha asegurado sentir “mucha vergüenza” porque se hayan prestado a “servir de altavoces” de lo que ha considerado “un teatro en actos escalonados sobre el desarme de ETA”.

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