Alejandro Requeijo Daniel Montero

ETA anunciará en las próximas horas a través de medios internacionales un listado de zulos con armas y explosivos. Según informa Naiz.info, la banda terrorista recurrirá para ello a lo que denominan representantes de la sociedad civil y fija la fecha del 8 de abril para proceder a un desarme. No es la primera vez que los terroristas acuden a medios extranjeros y mediadores internacionales para hacer públicos sus movimientos. Se trata de una estrategia que busca por un lado internacionalizar sus mensajes y al mismo tiempo legitimarse ante el rechazo de España y Francia a atender sus demandas.

Septiembre de 2010. “Cese de acciones armadas ofensivas”: El primer gran anuncio que realizó la banda en su paulatino abandono de la violencia tuvo lugar el 5 de septiembre de 2010 . En ese momento, ETA recurrió a la BBC para difundir un vídeo en el que decretó lo que llamaron un “cese de sus acciones armadas ofensivas”. Eso significaba que ETA seguiría haciendo acopio de material, robo de coches y mantendría su aparato de extorsión, pero no llevaría a cabo atentados.  

Los terroristas respondían de este modo a las peticiones que, desde su entorno, la izquierda abertzale y sus nuevos socios de Eusko Alkastasuna realizaron a la banda para que avanzase en el fin de la violencia. Al mismo tiempo, personalidades internacionales incluyendo varios premios Nobel avaladas por la izquierda aberztale firmaron la llamada Declaración de Bruselas, que pedía a los etarras un alto el fuego.

Enero de 2011. Alto el fuego "permanente, general y verificable". ETA, forzada por los su brazo político y los golpes policiales, aceptó decretar un alto el fuego que describió como “permanente, general y verificable”. Aquello fue la antesala del anuncio de cese definitivo que llegaría diez meses después.

Octubre de 2011. “Cese definitivo de la actividad armada”. ETA ponía fin de manera irreversible a medio siglo de atentados con más de 800 asesinatos y decenas de secuestros. Lo hacía aceptando la llamada Declaración de Aiete suscrita por todos los partidos vascos menos el PP y varios líderes internacionales como el ya entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, todos ellos reunidos en San Sebastián.

La Declaración de Aiete exigía a ETA el final de la violencia y a los Gobiernos de España y Francia abrir una mesa de negociación con los terroristas para abordar las denominadas “consecuencias del conflicto”. Es el término empleado para designar algunas de las exigencias históricas de ETA como el desarme, la situación de sus presos o la salida de las fuerzas de seguridad y el Ejército del País Vasco y Navarra. Un mes después de aquel anuncio histórico, el PP ganó la elecciones y cerró la puerta a cualquier diálogo con los terroristas, una postura que se ha mantenido hasta ahora.

Febrero de 2014. El falso desarme y la caja de cartón. Menos de tres años después de su cese definitivo de la violencia, la banda buscó desatascar el vacío al que le sometían las instituciones con un acto propagandístico que se le volvió en contra. Recurrió a la llamada Comisión Internacional de Verificación para escenificar un falso desarme. A través de un vídeo, varios encapuchados acompañados de dos verificadores introducían una cantidad ínfima de armas en una caja de cartón.Los verificadores fueron citados a declarar en la Audiencia Nacional donde confesaron que los terroristas ni siquiera les entregaron la caja, sino que se la volvieron a llevar.

Julio de 2014. Reestructuración interna. ETA anunció en un comunicado que estaba realizando una reestructuración interna que contemplaba el desmantelamiento de su entramado 'logístico-militar' y la creación de una nueva rama 'técnico-logística' a la que se le encargó "el sellado de sus depósitos de armas". Aunque la banda en ocasiones anunciaba el “sellado total” de algunos de sus arsenales, nunca ofreció datos concretos de su ubicación.

Diciembre de 2016. Último intento. El último gran acontecimiento relacionado con el desarme de ETA vino de la mano de una operación policial en la que fueron detenidos varios representantes de la sociedad civil francesa a los que había recurrido la banda para canalizar un desarme de su arsenal. Fueron arrestados y de ese modo se abortó el intento de los terroristas de llevar a cabo un nuevo acto de propaganda, según las fuerzas de seguridad. Las armas y los explosivos que le quedan a ETA es la última baza que les queda para tratar de forzar al Gobierno a una negociación.