La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha presentado las líneas maestras del departamento que dirige en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados. En su exposición, la mano derecha de Mariano Rajoy ha reconocido que uno de los objetivos del Gobierno durante la presente legislatura es convertir la Conferencia de Presidentes, un encuentro entre el líder del Ejecutivo y los 17 presidentes autonómicos, en un órgano "de máximo nivel".
La también ministra de Administraciones Públicas ha recordado que convocar esta conferencia fue un compromiso adquirido por Mariano Rajoy en su último debate de investidura y ha vuelto a recordar que el Gobierno trabaja para que ese encuentro "marque el inicio del curso político" en enero de 2017. A continuación, adelantó las intenciones del Ejecutivo de dotar este organismo hasta ahora insignificativo en un órgano con mucha más envergadura: "La Conferencia de Presidentes no puede limitarse a una reunión ocasional con un magnífico protocolo y pocos resultados. Tampoco puede ser una mera consecución de problemas. Debería procurar las soluciones que convienen a todos". 
Por ese "nivel de consenso" se necesita, a juicio de la vicepresidenta, cambiar la línea marcada hasta ahora. Esta reunión "debería entenderse como un órgano para poner en común las diferentes aproximaciones y soluciones en común. Tiene que ser un órgano donde marcarnos objetivos". Desde esta convicción, Mariano Rajoy enviará la carta de convocatoria en los próximos días y se pondrá fecha para el comité de trabajo que definirá el orden del día a votar en el futuro encuentro. 
Santamaría ha recordado que la última conferencia estuvo marcada "por el riesgo a la recesión. Y hubo un compromiso unánime con el presupuesto. Ahora corresponde aunar voluntades". Además, la vicepresidenta agradeció los "esfuerzos" que las administraciones locales han hecho durante la primera legislatura de Mariano Rajoy para cumplir con el déficit. "Todas las administraciones hemos sido capaces de afrontar las más difíciles situaciones". Antes de concluir su intervención, la vicepresidenta insistió en la necesidad de "fortalecer" el diálogo entre el Estado y las distintas administraciones.