Este miércoles en el Congreso de los Diputados, un nuevo hombre ha nacido en la política española: Mariano Rajoy Brey, 61 años, que lleva 13 como presidente del PP y 5 al frente de España, pero que esta tarde ha decidido enterrar por necesidad las formas propias de la mayoría absoluta. El nuevo Rajoy ha hablado con aparente humildad, modestia y generosidad a sus nuevos compañeros de viaje -el PSOE y Ciudadanos- para vadear juntos una etapa política de minoría mayoritaria sin precedentes en España desde 1977.

Este hombre original se ha comprometido, en su tercer y definitivo debate de investidura, a interpretar "con absoluta certeza" el mensaje que los españoles han emitido en las urnas el 20D y el 26J. “Necesitamos un Gobierno abierto al diálogo, eso es lo que ofrezco”, ha proclamado Rajoy en su última intervención solemne ante la Cámara en lo que va de año antes de ser investido presidente del Gobierno este fin de semana. Ha sido el discurso más corto- apenas 48 minutos- y el más amable: “No pretendo blasonar aquí de los resultados de las últimas elecciones. Tampoco hacer ostentación de los mismos”.

“Soy perfectamente consciente de que entramos en una nueva etapa política. Sé que cualquier ley, cualquier reforma, cualquier proyecto que pueda venir a la Cámara en el futuro, tendrá que ser fruto del acuerdo, de la negociación, de la cesión y del entendimiento”, ha recalcado Rajoy al dibujar ese cuadro del “Gobierno inédito” en España desde la Transición. A PSOE y Ciudadanos se ha dirigido de distinta manera, pero siempre mostrándose agradecido y consciente de la difícil situación en la que se encuentran, ambos acusados de haber traicionado a sus votantes para facilitar el Gobierno del PP.

EL AROMA DE LA TRANSICIÓN

De Ciudadanos ha destacado los “compromisos de Gobierno” alcanzados en agosto en el acuerdo de los 150 puntos: “En algunos de los asuntos que más importan a los españoles y que estamos seguros redundarán, cuando se lleven a buen término, en beneficio de todos”. Al PSOE, sin mencionarlo, le ha asegurado que no va a torcer su voluntad: “La excepcionalidad de las circunstancias exige que se dejen a un lado todas las confrontaciones ideológicas y se sumen los esfuerzos, de manera excepcional, porque se trata de una situación inédita que no conoce precedente”.

Ha propuesto 5 grandes pactos -pensiones, diálogo, educación, financiación autonómica y corrupción- pero la tarde estaba destinada a la política grande, la de Estado, sobre todo después de que España haya conseguido no atravesar “la barrera de lo inevistable”. Los cronistas políticos han identificado de inmediato el término de “mano tendida” que se acuñó en la Transición. Algunos veteranos del PP, exultantes, aseguraban que éste, y no otro, es el “auténtico Rajoy”, el hombre negociador que ha sido siempre antes de verse atrapado en la necesidad de concentrarse en el rescate económico de España rompiendo promesas electorales y dejándose engullir por el rodillo de una mayoría absoluta.

“Lo que he hemos visto hoy aquí es el fin del bipartidismo que ha imperado siempre en el Congreso”, comentaba un diputado del PP incapaz de ocultar su alegría tras 10 meses de agonía en los que en algunos momentos han visto peligrar seriamente la presidencia del Gobierno. En el patio del Congreso, en la calle Floridablanca, el lugar donde se concentra la energía y el análisis posterior a las intervenciones en la Cámara, se ha sentido esta tarde una mezcla de alegría y de alivio en el PP.

LA MALA YERBA

Los dos días que quedan, ahora sí, son de nuevo el trámite que precede a la investidura del presidente. Como lo fue siempre. En palabras de Rajoy, se ha empezado a arrancar este miércoles “la mala yerba” de la incertidumbre en España. En palabras de un veterano diputado: “Ha demostrado, una vez más, que es el más solvente, el único capaz de gobernar”.

La anécdota de la tarde ha sido el regreso del diputado Pedro Sánchez, el secretario general del PSOE defenestrado hace tan sólo 26 días. Sentado delante de su exrival y Eduardo Madina, en la cuarta fila, se ha convertido en el símbolo del “cambio de circunstancias” al que aludió Rajoy desde la tribuna. Así, será Pablo Iglesias el que este jueves por la mañana, en el turno de réplica, intervenga como líder de la oposición in pectore. Dice que no leerá, que improvisará, y que explicará a los españoles lo que supone la llegada de la Triple Alianza, que es como se refiere el líder de Podemos al PP, PSOE, y C's.