"El PSOE necesita un psiquiatra", dijo Antonio Miguel Carmona para poner la guinda a una semana de esperpento y convulsiones. La grieta que divide al partido entre 'sanchistas' y 'susanistas' también trasluce en la federación madrileña, territorio que Sánchez conquistó apartando del liderazgo de la Comunidad y el Ayuntamiento a Tomás Gómez y al propio Carmona -respectivamente- para colocar al frente a Sara Hernandez y Purificación Causapié.

Caído Sánchez, la organización socialista en Madrid cerró filas en torno a las posturas del ya ex secretario general. Un día antes de su dimisión, Hernández dejó claro quién estaba al frente y apostó por el 'no' a Rajoy. Incluso llegó a decir que el objetivo del PP pasa por "generar infelicidad". La gestora tomó las riendas y empezó a deslizar el relato de la abstención, pero la también alcaldesa de Getafe mantuvo el criterio de Sánchez: 'no' es 'no'.

¿Retirar el apoyo a Carmena?

En la Asamblea de Madrid, el PSOE tiene clara su postura: oponerse al PP. Su portavoz, Ángel Gabilondo, independiente y abogado del consenso, mantiene la unidad de su grupo, pero el Ayuntamiento se resquebraja a una velocidad casi paralela a la del partido en su ámbito nacional.

Los partidarios de Sánchez en el grupo municipal apuestan por seguir dando su apoyo a Manuela Carmena, tal y como vienen haciendo desde un principio. Sus nueve concejales garantizaron la investidura de la exjueza.

Los críticos se tapan la nariz

Los críticos, en cambio, suelen 'taparse la nariz' para decir 'sí' a Ahora Madrid, como ocurrió el mes pasado con la aprobación del plan económico y financiero del Consistorio, imposible sin los votos del PSOE.

Una y otra facción reiteran que las relaciones personales "son buenas", pero su división en torno a las propuestas consistoriales es casi semanal. La radio, la subvención a Bollywood y los presupuestos son algunos ejemplos.

Conocida la dimisión de Sánchez, se especuló con que el partido pudiera dar un giro y negarse a ser el socio para casi todo de Carmena. Una opción que Causapié, portavoz, fue descartando gradualmente hasta afirmar sin remilgos: "Eso sería una irresponsabilidad".

Entonces, la división volvía a quedar patente. Menos de veinticuatro horas después, su antecesor, Antonio Miguel Carmona, aseguraba: "Esto no puede seguir así. Debemos revisar nuestra postura".

Pedristas y susanistas

Las etiquetas de 'pedristas' y 'susanistas' en el grupo consistorial no son mera deducción. Varios concejales se agrupan en torno a Causapié, que ha insistido en mantenerse fiel a Sánchez, incluso a pesar de su caída. De hecho, fue colocada en su puesto por ser de su confianza.

Sin ir más lejos, Carmona dijo en una entrevista con este periódico: "Susana Díaz es el mayor activo político que tiene España". Más de un portavoz del PSOE confirma a EL ESPAÑOL que el televisivo profesor de Economía está muy en contacto con la presidenta de Andalucía y que podría ser su hombre en el Ayuntamiento capitalino en caso de que ésta cogiera el AVE.

Noticias relacionadas