Ourense

“Hablaba mi compañera de ‘ledicia’ (alegría en gallego). Suena mejor que Leticia, esa realeza bubónica”. Las carcajadas en el público anunciaban que Xosé Manuel Beiras ya estaba en el escenario ante 1.5000 personas en la alameda de Ourense. “Estamos en guerra. Ourense fue en su día llamada la Atenas gallega”. Aferrado al atril, Beiras enrojecía conforme sube el tono de su proclama. Su arenga tuvo de todo: un alegato de la cultura ourensana, evocaciones a las “ovejas del PP”, a la fariña -“que le pregunten a Marcial Dorado”-, a los “votos robados” por los populares -“robados, no comprados, porque ni siquiera pagan por ellos”-, citas a Valle Inclán -“no es un insulto, es una definición-, a Baltar, a Feijóo…

El discurso de Beiras fue venerado antes y después por todos sus compañeros de escenario. Su dialéctica fue un crescendo enardecido de torrentes verbales furibundos, intercalados con pausas dramáticas, literatura y palabras envenenadas. “¿Cómo es posible que Ourense puede estar en manos de sátrapas? La batalla que tenemos es una batalla moral”.

Semana clave para en Marea

Xosé Manuel Beiras en el mítin del jueves en Ourense EFE

Hace unos días, Alberto Núñez Feijóo comparaba al candidato de En Marea a la Xunta, Luis Villares, con el histórico dirigente nacionalista. Una comparación en la que Villares no salía muy bien parado: "Beiras es un candidato más difícil que su sustituto, que intenta imitarle. Beiras tiene mucho más relieve político". Tenga o no razón el presidente de la Xunta que aspira a la reelección, lo cierto es que Podemos y sus socios galllegos se han aferrado a la figura de Beiras, también conocido como el druida, para dar el último impulso a su campaña. El conjuro de Xosé Manuel Beiras, ahora retirado de la vida política, suele funcionar en los mítines de la coalición. 

Las encuestas del último CIS arrojaban un dato importante acerca de Luis Villares, candidato de En Marea a la Xunta. Más de la mitad del electorado desconoce quién es este magistrado que abandonó su puesto en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia para encabezar la nave gallega de Podemos.

El encanto del druida

Beiras en pleno discurso en el mitin del miércoles en Ferrol EFE

Y ahí es donde aparece el crítico y colérico discurso de Beiras. Los últimos días de la campaña son suyos. Estuvo el martes en Vigo con Pablo Iglesias, el miércoles en Cambados, el jueves en Ourense y este viernes estará en la Plaza de Platerías, en un cierre de campaña que se alargará hasta bien entrada la noche. No lleva el mismo ritmo que Luis Villares, quien se hace cada día kilómetros y kilómetros recorriendo todas las provincias. Sin embargo, los responsables de comunicación del partido se reservan a Beiras para las fechas y los lugares señalados.

Villares lo reconoció en O Carballiño: “Es nuestro referente, nuestra guía y nuestro motor ideológico y teórico”. 

La situación no es extraña, pues estamos ante un veterano que ha estado presente en la explosión de mareas que han surgido en los últimos años. El propio Villares lo reconoció en O Carballiño, vigilado de cerca por dos ojos azules, un ceño fruncido y un pitillo entre los labios. “Es nuestro referente, nuestra guía y nuestro motor ideológico y teórico”. 

El ansiado asalto al cielo por el que clama Iglesias y toda la plana mayor de En Marea en Galicia, escalar por encima del PSOE, tan solo sería una reedición de algo que ya ocurrió dos veces y ambas protagonizadas por el mismo actor. Beiras, que está de vuelta de todo, lo hizo dos veces en Galicia. 

Un discurso incendiario

Pablo Iglesias, Luis Villares y Xosé Manuel Beiras en el mitin del miércoles en Vigo EFE

Por eso ahora en campaña los suyos lo rescatan para enardecer a los seguidores. Beiras no entiende de corrección política: insulta en sus intervenciones, llama a Feijóo “narcopresidente”, fuma como un carretero y se atavía de camisas de lino blanco. Sus intervenciones siempre son las más esperadas (y aplaudidas).

“Beiras tenía razón”, señalaba el propio Beiras en esta semana como si él no estuviera allí. Luego, la pausa del énfasis. “El PP mata más que cualquier organización terrorista”, aseguró sin inmutarse, con el rostro serio. La dureza es su arma predilecta en el discurso, a la que siempre ha recurrido en los períodos electorales. Todos quieren tenerle cerca y por eso En Marea recurre de nuevo a la dialéctica del druida. Nadie como él para prender fuego a un mitin a base de citas incendiarias. “Son el Partido Podrido, que ejerce como partido único de una dictadura. Son unos imperialistas fracasados. Son la metamorfosis del fascismo, del franquismo sin Franco”.

“Son el Partido Podrido, que ejerce como partido único de una dictadura. Son unos imperialistas fracasados. Son la metamorfosis del fascismo, del franquismo sin Franco”

Beiras es, sin duda, un político distinto, en el fondo y en la forma. “En un viaje que hicimos a Madrid, me estuvo explicando durante horas las partes que tiene el piano, el origen, la historia… Horas y horas y horas”, explica un cercano allegado del dirigente. Un hombre capaz de citar a Castelao en un mitin para atacar a Feijóo por la filtración del nacimiento de su primer hijo en medio de la campaña -“Los viejos no deben enamorarse”-, aseguraba, sarcástico.

La historia de un fracaso político

Iglesias y Beiras con la plana mayor de En Marea en Vigo En Marea

Virtuoso del piano, encabezó él solo el primero sorpasso a los socialistas en 1997 cuando construyó, con el Bloque Nacionalista Galego, una montaña de 18 escaños. Por primera vez un partido distinto a los dos principales se convertía en la segunda fuerza política en Galicia. Lo dejó en 2005, defenestrado del partido por los suyos. “Nunca fue hábil en la política interna. Nunca quiso rodearse de los suyos. Apostó por gente que después le pasó por encima”, explica a este periódico una fuente cercana al líder.

Hace cuatro años Beiras, siempre inquieto, emergió de su exilio en Brión para asaltar el Parlamento Gallego. En un mes de vida consiguió nueve escaños. Se acentuaba el mito (en la izquierda) de Beiras, el del intelectual y dirigente político cuya vida quedó marcada, según dicen quienes le conocen, desde el París de Camus y Sartre, desde las revueltas de mayo del 68.

“Nunca fue hábil en la política interna. Nunca quiso rodearse de los suyos. Apostó por gente que después le pasó por encima”

Xosé Manuel Beiras protagoniza la historia de un hombre que nunca ha gobernado en la tierra que tanto dice amar, acaso porque Galicia no es una tierra de aventuras nacionalistas. La realidad es que Beiras nunca ganó nada en su carrera. No ha tenido cargos de gobierno ni tampoco en la administración. Su lugar, las aulas, es donde más seguro se siente. Y también en los mítines. Por eso ahora En Marea recurre a él.  

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