La Fiscalía Anticorrupción lleva meses intentando que el expresidente balear, Jaume Matas, reconozca todos los graves delitos de corrupción cometidos durante su gestión y por lo que tiene abiertas varias causas. Sin embargo, por ahora el fiscal Pedro Horrach únicamente ha conseguido un preacuerdo con el exdirigente 'popular' en aquellas causas en las que sólo se le acusa por los delitos de prevaricación, que no lleva aparejada penas de prisión sino únicamente inhabilitación.

Según fuentes jurídicas consultadas con EL ESPAÑOL, Matas se niega a reconocer por ahora aquellos delitos que lleven aparejada pena de cárcel. Ya ocurrido en las negociaciones previas al juicio por el 'caso Nóos'. Dentro de las conversaciones entre el fiscal y su abogado avanzadas por El Mundo, el Ministerio Público le ofrecía una rebaja de la pena si reconocía que los exsocios Iñaki Urdangarin y Diego Torres habían recibido contratos públicos saltándose el procedimiento. Sin embargo, Matas no quiso pasar de reconocer la prevaricación, pero en ningún caso la malversación de caudales públicos, que le llevaría, aunque fuera con una rebaja, a asumir pena de cárcel.

El problema que tiene Matas es que tiene varias causas pendientes y se asume una pena de cárcel se le va a ir acumulando con otras causas, siendo luego imposible evitar su ingreso en prisión.

Con esta misma problemática es la que se sigue encontrando la Fiscalía. En tres de las piezas del caso 'Palma Arena' por las que sólo se le persigue por prevaricación -como la adjudicación del velódromo con el mismo nombre- ya ha firmado el preacuerdo. Sin embargo, Horrach se encuentra con un muro en las causas cvuyos delitos son más gravosos.

Estás causas son la intermediación por parte del entonces presidente del Gobierno balear del hospital Son Espases a favor de la constructora OHL; el presunto blanqueo de capitales a través de la compra de su palacete (ahora entregado a la Justicia en el 'caso Noos' como gesto de reconocimiento), y la concesión irregular de un contrato a la empresa de publicidad Over Marketing. El dueño de ésta ya reconoció ante el juez que Matas le asignaron personalmente de forma fraudulenta contratos públicos en compensación por trabajos para el PP, y por lo que el exdirigente 'popular' podría enfrentarse a una acusación e tráfico de influencias.

En el caso del amaño en la concesión de Son Espases, Matas ha asegurado que la orden para que se le concediera a OHL vino del extesorero del partido, Álvaro Lapuerta. Dos cargos públicos vinculados a la concesión aseguraron ante el juez que Matas les había entregado un sobre para que el adjudicatario fue la constructora de Villar Mir.



Apunta a un enfermo

Matas estaría dispuesto, según fuentes conocedoras de la negociación, a reconocer que la orden le vino de Génova (sede principal del PP). Sin embargo, apunta a una persona muy concreta, Álvaro Lapuerta, quien por otro lado se encuentra en un estado muy grave de salud.

Esta posible confesión no sería válida para la Fiscalía dado que el antecesor de Luis Bárcenas en la Tesorería del partido está enfermo y alega “demencia sobrevenida” y por tanto no podría ser citado ni siquiera a declarar en sede judicial. Así, está pendiente de que un informe pericial de los médicos forenses de la Audiencia Nacional determinen si finalmente puede librarse del juicio por el 'caso Gürtel' que comienza el mes que viene.

El acuerdo para que Matas obtenga una rebaja en las posibles penas solicitadas cuando las causas lleguen a juicio es que el expresidente confiese que recibió órdenes directas del partido y pueda demostrarlo de alguna manera. Si no, la Fiscalía entenderá que él fue el máximo responsable de esa orden.

No obstante, los acuerdos podrían alargarse hasta después de que la Audiencia Provincial de Palma dicte la sentencia por el 'caso Nóos'. Si tras el juicio Matas sale condenado, su predisposición a seguir negociando en los asuntos que pueden llevar aparejados penas de cárcel ampliarse al tener otra condena en su haber.

OHL Y GÉNOVA

Tal y como desveló EL ESPAÑOL en febrero de este año, una de las personas de máxima confianza del expresidente balear declaró que Matas le confesó entonces, que "o adjudicaba el hospital a OHL o tendría muchos problemas con el partido en Madrid".

Un antiguo miembro de la dirección nacional del PP aseguró a este diario que también "presenció" las gestiones con Matas y Lapuerta "era el conseguidor habitual de OHL en el partido" y siempre veló por los intereses de la constructora "tanto en este proceso como en muchos otros".

Pese a las órdenes recibidas por parte de la cúpula del partido y la predisposición inicial de Matas a cumplirlas, el hospital de Son Espases fue adjudicado finalmente a la constructora Dragados. 

Luis Bárcenas ya relató en sede judicial los intereses de Génova y OHL desvelando que Villar Mir le entregó 300.000 euros en negro al PP "antes de las elecciones de 2011" y que tenía "mucho interés en que la cúpula del partido" y en especial el que entonces era candidato a la presidencia del Gobierno, "Mariano Rajoy, lo supiera".