La decisión del PSOE de votar no a la investidura de Mariano Rajoy es, a día de hoy, una postura innegociable. Los 85 diputados del grupo parlamentario socialistas votarán en bloque contra el programa de Gobierno que el candidato propuesto por Felipe VI presentará en el Parlamento el 30 de agosto. “Votaremos no en primera votación y en la segunda”, insisten desde Ferraz. En las filas populares llevan ya días rumiando la venganza de Sánchez: “Pensábamos que se iba a derrumbar antes”, se lamentan. Pero no. Por no temer, en el PSOE ya ni temen una tercera cita electoral que “podría salir mejor de lo que muchos esperan”. Como única alternativa a esta encrucijada y evitar que los españoles voten el 25 de diciembre, fuentes socialistas solo barajan una única alternativa: abstenerse a cambio de que el PP presente otro candidato cuando el presidente del Gobierno en funciones fracase.

Pedro Sánchez ha vuelto de su retirada estival ignorando aquellas voces que, interna y externamente, le piden que convoque un nuevo comité federal para plantear la abstención a la investidura de Mariano Rajoy durante la sesión de investidura. La dirección del PSOE se reunía este lunes por la mañana en Ferraz para argumentar punto por punto las razones que sustentan el voto negativo a Rajoy. Sánchez no ha dedicado ni una sola palabra a la posibilidad de poder convocar otro comité y reconsiderar esa postura.

"Una posición muy coherente"

A las puertas de Ferraz, Patxi López ha sido muy claro: “Tenemos una posición muy coherente. Mariano Rajoy tiene que buscar (la abstención) entre quienes tenga afinidades políticas, y desde luego no existe con el PSOE que sigue pensando que éste no es el Gobierno que necesita España”. De hecho, fuentes socialistas barajan ya las terceras elecciones como una vía “muy probable” y se enfrentan a ella con mucha más valentía de lo que auguran las encuestas.

Ilustración: Guillermo

Los socialistas confían en que son precisamente sus bases quienes no perdonarían una abstención para apuntalar el Gobierno de Mariano Rajoy. “Si somos coherentes hasta el final entenderán por qué lo hemos hecho”, defienden. Además, también se felicitan de que Podemos está “en caída libre” y que, de celebrarse unos nuevos comicios, “Pablo Iglesias no podría venderse como el líder de la izquierda. Si nos abstenemos, dejamos todo el espectro de la izquierda para Podemos”.

Aunque la postura del PSOE parece inquebrantable, nadie descarta que la 'vía Iceta' recobre fuerza una vez que Mariano Rajoy se estrelle en el Parlamento el 2 de septiembre. El secretario general del PSC apoyó hace unos días a pies juntillas la decisión de Pedro Sánchez de mantenerse en el no a facilitar la continuidad del PP en el Gobierno pero se mostró abierto a que los socialistas apoyen un candidato alternativo a Rajoy, sea del PP o independiente o de otro partido, si el líder conservador fracasa en segunda votación.

El liderazgo del PP

En Génova son conscientes de que habrá un antes y un después entre el Mariano Rajoy que entrará en el Parlamento presentando un programa de Gobierno el 30 de agosto y el Mariano Rajoy que saldrá el 2 de septiembre fracasando en su intento de sacar adelante un Ejecutivo lo más estable posible. “No es un candidato cualquiera: es presidente del Gobierno en funciones”, recuerdan sus propios compañeros de filas.

Un fracaso en la sesión de investidura resucitará el fantasma del liderazgo en el Partido Popular, que tendrá muy complicado mantener al candidato que ya ha sido rechazado en el Parlamento. La única vía de supervivencia que tendría Mariano Rajoy es que el Partido Nacionalista Vasco le brindara el apoyo de sus cinco diputados tras las elecciones vascas del 25 de septiembre, si es que el PNV necesitara del PP para formar un gobierno en Vitoria. “Aún así necesitaría la abstención del PSOE”, insisten fuentes populares. En esa tesitura, cuando el PP contara con 175 apoyos, a solo uno de la mayoría absoluta, el PSOE se plantea la abstención “con un precio altísimo a pagar”: la cabeza de Mariano Rajoy a cambio de permitir la gobernabilidad del PP y evitar ir a votar en plena Navidad.

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