Todo un CSI de los excrementos. El Ayuntamiento de Valencia anuncia que analizará el ADN de las cacas de perro esparcidas por las calles de la capital del Turia para dar con los incívicos dueños. La concejalía de Protección Ciudadana ha anunciado que contratará a una empresa que se encargará de los análisis de las heces. Los responsables de la recogida de ‘muestras’, si no hay cambio de parecer, serían los condenados a realizar trabajos en beneficio de la comunidad.

La medida anunciada por la concejala de Protección Ciudadana, la socialista Sandra Gómez, tras reunirse con la Federación de Vecinos de Valencia y comprobar que uno de los principales problemas de todos los barrios es la suciedad por los excrementos de mascotas sin recoger.

Así que Gómez ha anunciado que en los próximos meses, una vez se apruebe la nueva ordenanza de tenencia de animales, se suscriba un convenio con una empresa para detectar a los propietarios de los canes mediante el análisis del ADN de las heces de sus mascotas. “Es muy difícil detectar ‘in fraganti’ este tipo de infracciones”, ha dicho la concejala que, ha apuntado, se trata de una medida propuesta por la propia federación de vecinos. “Esta nueva actuación de recogida de muestras de excrementos podría ser realizada por los condenados a trabajos en beneficio de la comunidad”, ha añadido.

No está previsto que la ordenanza se apruebe antes del verano. Para detectar a los dueños a través del ADN de los excrementos de los canes es necesario realizar análisis previos y añadir esta información al chip obligatorio. Un censo genético de mascotas para localizar a los propietarios de los canes.



CIUDADES ‘PIONERAS’

La propuesta, por estrambótica que pueda parecer, tiene precursores. El Ayuntamiento de Xàtiva estableció este sistema hace un año y bajo el mandato de Alfonso Rus, exalcalde y expresidente de la Diputación implicado en la operación Taula. También hace un par de meses, Sitges anunció que iba a realizar un censo genético de las mascotas para multar a los dueños que no recogieran las heces. El sistema es el mismo que propone ahora Valencia: un CSI de las cacas. El proyecto lo encabeza en Cataluña la empresa Vetgenomics, surgida de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona. Hay otros municipios catalanes que tienen previsto implantarlo.



Y hay más casos. El Ayuntamiento de Majadahonda, en Madrid, ha aprobado la propuesta por pleno. En Guadalajara, ya están trabajando en la base de datos genéticos de los perros para multar a los dueños a través del ADN de los excrementos. También Castellón y Paterna lo están estudiando como alternativa.