Las elecciones del 20 de diciembre supusieron la fragmentación del sistema de partidos en España. Este domingo vimos que Podemos y Ciudadanos han atraído sobre todo a votantes jóvenes, o que transitan entre la juventud y la madurez. Este lunes me pregunto por la otra variable clave en la batalla partidista: la ideología.

PARTIDOS Y ETIQUETAS

El primer gráfico (arriba) muestra las etiquetas ideológicas —socialista, liberal, conservador, etcétera— con las que se identifican los votantes de cada partido. Los datos provienen de la encuesta postelectoral del CIS.

Porcentaje de votantes de cada partido el 20-D según la etiqueta con que se identifican

Entre los votantes del PSOE y el PP dominan dos etiquetas. La mitad de quienes declaran haber votado al PP se identifican como conservadores. Un 66% de los del PSOE se declara socialista o socialdemócrata.

En cambio, los partidos nuevos tienen perfiles ideológicos mucho más borrosos. En Ciudadanos un 24% se declara liberal, pero además hay tantos conservadores como socialdemócratas, y un 12% que se define progresista. En Podemos dominan los progresistas, que son un 22%, pero hay también un 16% de socialistas y hasta un 14% que se declara liberal.

Hay al menos tres factores para explicar que los votantes de partidos nuevos sean más diversos al definirse. Quizás las etiquetas tradicionales ya no representan los dilemas de la sociedad y por eso buscamos nuevas. O quizás hay votantes que para alejarse de sus viejos partidos necesitan desprenderse de sus viejas etiquetas. Pero también puede ser que la indefinición emane de los propios partidos: Podemos y Ciudadanos buscaron indefinición porque quieren ser atractivos a electores dispares en sus ideas.

Resulta interesante comparar a IU y Podemos, ahora que es probable que concurran en coalición al 26-J. La gran diferencia entre los dos se observa en la etiqueta 'comunista': un 21% de los votantes de IU se identifica con ella, pero sólo un 7% en el caso de Podemos.

Destaca también el éxito de la etiqueta 'liberal'. Es la más común para los votantes de Ciudadanos, pero también se identifican con ella un 12% de los votantes de IU y un 14% de los de Podemos. En realidad, es una etiqueta que muchos encuestados usan para definirse desde hace años y que no estaba ligada a ningún partido. Para algunos eso demostraba que había demanda para un partido liberal. Sin embargo, hay quien cree que el éxito de la etiqueta se debe a su ambigüedad: diferentes personas interpretan la idea de ser liberal de forma diferente y por eso sus votos eran imposibles de monopolizar. Si esto es cierto —y yo creo que lo es–, conforme Ciudadanos haga suya la etiqueta, veremos cómo la irán abandonando los liberales que la interpretaban de forma diferente.

DE IZQUIERDA O DERECHA

El primer gráfico muestra el perfil ideológico de cada partido. Representa el punto del eje izquierda/derecha en el que se ubican a sí mismos quienes votaron por cada partido en diciembre.

La curva en gris representa la ideología de los españoles y los coloca en el centro-izquierda. La mayoría de los ciudadanos (52%) se ubica entre el tres y el cinco ideológico. Un 12% se coloca más a la izquierda y un 26% en el centro-derecha. Un 10% de personas no declara ninguna ideología.

El Partido Popular tiene un electorado de centro-derecha. Aparece claramente a la derecha del conjunto. El PSOE tiene un perfil de centro-izquierda: recuerda al perfil de los españoles pero vaciado por la derecha.

Podemos tiene un perfil marcado de izquierdas. Un 29% de sus simpatizante se ubican en el extremo izquierdo y otro 33% en el tres ideológico. El perfil de los votantes de IU es similar, pero algo menos exitoso hacia el centro.

Los votantes de Ciudadanos se declaran cercanos al centro: el 83% de ellos se ubica entre el cuatro y el siete ideológico. Eso los deja un poco a la izquierda del centro del eje, que está en el 5,5. Pero como los españoles tienen un perfil más de izquierdas, Ciudadanos acaba algo a la derecha del conjunto de españoles.

LA DISPUTA IDEOLÓGICA

Hasta ahora he analizado cada partido por separado, pero la disputa electoral emerge cuando chocan. El último gráfico representa a todos los votantes según el partido que votaron el pasado 20 de diciembre. La suma de las columnas representa el conjunto de votantes y cada color un partido. Vemos, por ejemplo, que un 5% de españoles se ubica en el extremo izquierda y que de ellos casi la mitad votó a Podemos. En la extrema derecha hay apenas un 1% de votantes y casi todos votaron al PP.

Me gusta este gráfico porque resume algunas de las claves de la nueva competición partidista. Ayuda a entender por qué los partidos nuevos han emergido en las posiciones que lo han hecho. Hay más partidos en el centro-izquierda porque es ahí donde se ubican más votantes a sí mismos. Si hay más demanda no es raro que haya más oferta.

Vemos también cómo los electorados de los partidos se solapan. PP y Ciudadanos tienen muchos votantes próximos. Lo mismo que Podemos y el PSOE. De hecho, más de la mitad de los votantes de Podemos, PSOE y Ciudadanos se ubican entre el 3 y el 5. Esto sugiere que los partidos podrían llegar a compromisos ideológicos al formar acuerdos.

Pero esa cercanía ideológica entre los partidos tiene un 'lado oscuro'. Que existan cuatro partidos por encima del 10% de votos es una situación inédita. No sabemos si es un equilibrio o algo transitorio. Los partidos se preguntan si van a sobrevivir todos en el medio plazo. ¿Hay espacio para los cuatro o están peleando por sobrevivir? No lo saben. Pero si alguien va a quedarse en el camino, tu mayor enemigo no es quien está lejos ideológicamente, sino quien está más cerca.

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