Si sospechas que tu pareja es infiel, ya no tendrás que fiscalizar sus bolsillos, revisar el extracto bancario, hackear su móvil o correo electrónico o recurrir a un detective privado. Ahora, te lo dirá tu colchón. Sí, sí has leído bien, una empresa gallega acaba de lanzar una cama inteligente con sensores ultrasónicos que detecta la actividad sexual y envía una alerta al móvil del propietario.

Es cierto que la tecnología nos hace la vida más fácil, y por eso una joven empresa gallega, Durmet, con sede en Ordes (La Coruña) ha inventado Smarttress.

¿Qué cómo han llegado a diseñar esto? Leyendo varios estudios de hábito sexuales (Ashley Madison, Ipsos y Millward Brown) en los que se revelaba que los españoles somos los europeos más infieles, que Madrid lidera el ránking de la ciudad más infiel de España, que el barrio de Salamanca es “el más malo”, y además, que el 94% de los que engañan a sus parejas prefieren consumar su infidelidad en su propio colchón.

Ante estos datos, a los ingenieros de esta pyme se les ocurrió la idea de diseñar el primer colchón inteligente, detector de infidelidades.

La app avisa con un push si hay movimientos sospechosos en el colchón

Y así se creó Smarttress un colchón con una apariencia normal que esconde una tecnología puntera en su interior, el Lover Detection System. Un producto compuesto por 24 sensores ultrasónicos, capaces de captar el movimiento sospechoso de la cama y de informar al dueño a través de una App para móviles.

Según Iván Miranda, ingeniero de Smarttress: “Cuando el colchón detecta una actividad sospechosa, los sistemas de comunicación empiezan a enviar la información a un servidor que la procesa. La actividad sospechosa se basa sobre el momento de uso, la frecuencia, intensidad o velocidad habitual”.

Además, en el momento en que el controlador detecta este tipo de presiones, conecta con una app y manda una alerta al móvil con un plano 3D en tiempo real. ¿Quieres conseguir uno? En su web se puede adquirir este colchón chivato con la máxima “confidencialidad” y cuesta 1.550 euros.