Jordi Pujol Ferrusola hizo múltiples transferencias millonarias a titulares de cuentas en Andorra. Los investigadores han detectado una treintena de personas que recibieron en la década de los noventa pagos que iban desde los veinte hasta los ochenta millones de las antiguas pesetas, cantidades nada desdeñables para la época. Sin embargo, varios de ellos han sido citados a declarar como testigos ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, que investiga el patrimonio de la familia Pujol, y todos han negado rotundamente conocer la existencia de tales transferencias.

Los datos fueron enviados por las autoridades andorranas a través de la comisión rogatoria remitida por la Audiencia Nacional. Entre la documentación, los investigadores analizaron una serie de transferencias enviadas desde la cuenta del hijo del ex presidente catalán a diversas personas y todas ellas coinciden en sostener que se han enterado ahora, veinte años después y tras ser citados en el marco de esta investigación judicial, que ese dinero había pasado por su cuenta.

Según fuentes jurídicas consultadas por EL ESPAÑOL, todos coinciden que no se encargaban de sus cuentas sino terceras personas, normalmente un familiar. Además, todos ellos tienen otro denominador comunicación, el gestor de la cuenta en Banca Reig, Josep María Pallerola.

Sospecha de blanqueo

El juez y la Fiscalía Anticorrupción sospechan que estos movimientos pudieron tener por objeto el blanqueo del dinero obtenido por Pujol. Sin embargo, las autoridades andorranas sólo han enviado las transferencias de las cuentas del primogénito del ex 'molt honorable' a los titulares de estas otras cuentas pero se desconoce el siguiente paso: a dónde pasó ese dinero. Los testigos han dicho desconocer nada sobre el recorrido de ese dinero.

Tras estas declaraciones, a los investigadores se les presentan dos hipótesis. Una, que los beneficiarios de esas transferencias sí conocieran realmente que habían recibido altas cantidades de dinero a cambio de nada, o que fuera Pallerola quien, como gestor, moviera el dinero de sus clientes sin dar cuenta ni explicación alguna.

A pesar de no existir ninguna relación entre ordenante y beneficiario, muchos de ellos hay empresarios y familias acomodadas de Cataluña. Uno de los testigos trabaja en una sociedad investigada en la causa de los ex dirigentes de CiU Lluis Prenafeta y Maciá Alavedra, y que compró unos terrenos a la sociedad Ard Choille, misma sociedad posteriormente utilizada por otro hijo del ex presidente Pujol para presuntamente ocultar dinero a Hacienda.

Otro de los testigos y beneficiario de esa sospechosa transferencia es el empresario catalán Ramón Ubals quien recibiría en total 87 millones de las antiguas pesetas (522.000 euros). Varios de los testigos explicaron que se tratan de cuentas de compensación, es decir, 'swaps' entre clientes que hacía el banco para equilibrar las retiradas e ingresos de efectivo. Lo hacía el gestor de la entidad sin el conocimiento de los clientes. El propio Pujol Ferrusola ya aseguró que él no conocía a los titulares de estos clientes.

Las miradas, a Pallerola

Todos los testigos tenían algo en común, el gestor. Josep María Pallerola se encargó de llevar las cuentas todos los Pujol hasta 2001 que abandonó el banco. En su momento era el director general de Banca Reig, que luego se convirtió en Andbank.- Este gestor ya declaró como testigo ante De la Mata.

En su declaración, a la que tuvo acceso este diario, explicó que manejó el dinero de los Pujol en Banca Reig hasta que abandonaron la entidad. El gestor fue a parar después al Banco Sabadell, donde se llevó a muchos clientes, excepto a los Pujol. Y no porque éstos no quisieran sino porque el banco -el segundo más importante de Cataluña, detrás de Caixabank- se negó.

"Al grupo Pujol no se les quiso en el Sabadell", explicó Pallerola al juez De la Mata. "Pues movían mucho dinero", espetó la teniente fiscal de Anticorrupción, Belén Suárez, encargada del caso. "Ya pero...", señaló el testigo, sin terminar la frase.

Pallerola, en esa época director general de la entidad, comenzó a gestionar el dinero de la familia Pujol por orden del propietario de Banca Reig, Juliá Reig. "A finales de los 80 recibo un encargo de que atendiera a Jordi Pujol Ferrusola y que abriera unas cuentas a sus hermanos y a su madre. Recibí el encargo de que los tratara en exclusiva a estos señores y eso hice. Fui el gestor de esta familia hasta 2001, prácticamente en exclusiva", manifestó.

El gestor narró la buena relación entre los dueños del banco y la familia Pujol. Así, explicó que el primogénito del ex presidente catalán, Jordi Pujol Ferrusola, era amigo del hijo del propietario, con quien compartía aficiones. De esta manera, permitieron que la familia ingresara más de 300 millones de las antiguas pesetas sin acreditar su origen, y que los Pujol sostienen proviene de una herencia del abuelo Florenci que ocultaban en el extranjero.

Noticias relacionadas