Barcelona

Los partidos independentistas han vuelto a gesticular este jueves su desobediencia al Tribunal Constitucional, un desacato que por el momento sólo se reduce a declaraciones parlamentarias. Junts pel Sí (JxS) y la CUP han votado una moción que reitera su apoyo a la declaración del 9N (suspendida por el Constitucional) y que acuerda destinar en las próximas cuentas del Govern una partida presupuestaria para consultar a la ciudadanía en el llamado “proceso constituyente”.

El Parlament tramita la moción soberanista del 9N

El texto inicial presentado por la CUP pedía desobedecer la sentencia del Constitucional que anuló la declaración de 9-N, pero finalmente JxS consiguió que este punto desapareciera de la moción después de dos semanas de arduas negociaciones. El texto presentado insta a todos los cargos electos y al Govern a desatender las peticiones del Estado Español así como los requerimientos de la Audiencia Nacional relativos al proceso soberanista. JxS, sin embargo, no ha votado a favor de estos puntos que instaban a la desobediencia. Los diputados de CSP se han abstenido de participar en la votación.

Todos los grupos de la oposición han cargado contra la Mesa y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, por permitir que se llevase al pleno la moción de los anticapitalistas. El portavoz de CSP, Joan Coscubiela, ha recordado que la Mesa ha ignorado en dos ocasiones los informes de los servicios jurídicos durante el último mes. “Están llevando el Parlament a un proceso de degradación institucional insostenible”, ha espetado Coscubiela. Carlos Carrizosa, portavoz de Ciudadanos, también ha incidido en los avisos de los letrados del Parlament y ha afirmado que, con la moción de este jueves, la CUP toma “el timón de la política catalana”.

“La legalidad no es un límite cuando tenemos la razón”, ha afirmado Anna Gabriel cuando los parlamentarios discutían sobre la admisión a trámite de la moción. “La democracia es el único instrumento que tenemos para superar marcos legales que consideramos caducos”, ha incidido Marta Rovira (JxS).

Tanto el PP como CSP han reprochado a los independentistas que su gran determinación a la hora de aprobar mociones en el Parlament luego no se traslada en hechos. “Viven en el mundo de Matrix”, ha sostenido Albiol. “Lo que hoy se aprobará tiene el mismo valor que un billete del Monopoly”, ha añadido. “Dicen que desacatan al Constitucional y no paran de presentar recursos ante él”, ha espetado Coscubiela. “Se han acostumbrado a bañarse y salir secos”.

“Estamos en la dinámica de los hechos y no de las declaraciones”, ha respondido Lluís Llach (JxS). “No tenemos miedo porque nos mueve la ilusión y la convicción”. El diputado de la CUP Joan Garriga, también ha contestado a las acusaciones de gesticulación. “No hemos venido a mostrar perfil, vamos de cara y son suficientemente conocidas nuestras razones para estar en este parlamento”.