Pablo Iglesias llegaba dispuesto a darlo todo en el programa de Pablo Motos para ponerle fin a la percepción de la crisis interna en Podemos y recuperar la iniciativa mediática. Cargó contra los evasores de fondos revelados por el escándalo de los papeles de Panamá, a los que calificó como los verdaderos "radicales peligrosos", evidenció su nuevo talante negociador presumiendo de "buen rollo" con Albert Rivera, y escenificó su reconciliación con Íñigo Errejón tras la crisis provocada por la destitución de Sergio Pascual con bromas y guiños en directo y posteriormente en Twitter.

Todo el despliegue de las mejores artes televisivas del líder de Podemos, incluyendo una sorprendente serenata al ritmo de la banda sonora de su serie fetiche, Juego de Tronos, quedaba eclipsada horas después por la portada de ABC revelando los documentos por los que el expresidente venezolano Hugo Chávez, fallecido en 2013, concedió más de siete millones de euros a CEPS, la fundación para la que trabajó la actual cúpula de la formación morada.

Los documentos que llevan la rúbrica de Chávez fueron presentados por el ministro de Poder Popular para las Finanzas de Venezuela, Rafael Isea, que argumentaba a favor de la contratación de los servicios de la fundación ya que, a través de su influencia, se podrían propiciar en España cambios políticos "afines al gobierno bolivariano". La información, corroborada por medios como OKDiario y El Confidencial, desplazaba así a la noticia de la reconciliación en Podemos y abría un nuevo frente.

La escenificación del restablecimiento de relaciones entre Iglesias y Errejón comenzaba en el programa, cuando el presentador preguntaba por la crisis interna. El líder de Podemos resaltó entonces la "amistad" como valor fundacional del partido. "A veces pues tener algún problema, alguna discusión, es una cosa que refuerza y da madurez", valoraba.

A continuación se emitió un vídeo en el que el reportero Wolfgang Maier visitaba la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense, "feudo de Podemos", y se terminaba encontrando con el propio Íñigo Errejón. El 'número dos' mandaba entonces "un abrazo" a su jefe de filas, recordando el que se dieron tras el resultado de las elecciones europeas, y añadiendo un chiste un tanto forzado: que su relación siempre sería buena siempre y cuando no le diera un "pico" como el que recibió Xavier Domènech en el Congreso.

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Ambos líderes sellaban la reconciliación en las redes sociales en paralelo. Los dos son tuiteros asiduos, pero Errejón se había mantenido lacónico desde la destitución de Pascual. Con motivo del programa, ambos recuperaban su habitual intercambio de mensajes cómplices y socarrones.

La entrevista había sido ampliamente promocionada desde la cuenta de Podemos en Twitter como gran apuesta comunicativa de la formación, incluida la interpretación orquestal con percusión. Uno de los momentos más celebrados de la noche fue cuando Iglesias, haciendo gala de su ingenio a veces malévolo, colo un "nos van a dar pero bien", la expresión con la que "pillaron" a la presentadora del telediario de Antena 3, Sandra Golpe, mientras retransmitían la exclusiva de viaje a Venezuela pagado a miembros de la CUP, Podemos y del entorno de ETA.

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