El líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, han mantenido este martes un encuentro en la sede del gobierno catalán, en un clima de incertidumbre sobre la confección del próximo gobierno de España y sobre el reto que suponen las aspiraciones independentistas del gobierno de la Generalitat.

En el encuentro entre ambos dirigentes –que ha durado una hora-, Sánchez ha hecho hincapié en la necesidad de normalizar las relaciones entre el Estado y la Generalitat. "He venido a abrir una etapa de deshielo entre la Generalitat y el Gobierno, y es cuando se abre una etapa de deshielo cuando afloran las soluciones", ha aseverado Sánchez. 

“Hablar es la única solución para terminar con el bloqueo, para encontrar soluciones que no serán fáciles ni inmediatas”, ha remarcado el dirigente socialista. A su vez, ha dejado claro su rechazo al referéndum y a la hoja de ruta de los independentistas, que ha considerado “ilegal” y que, en su criterio, no cuenta con el apoyo mayoritario de la sociedad catalana. Para evitar suspicacias, Sánchez ha desmentido que su visita fuera un gesto para intentar lograr el apoyo de los independentistas catalanes en su investidura.

De nuevo, ha remarcado su intención de reformar la constitución “para encajar las aspiraciones catalanas”. Para enderezar el rumbo, Sánchez apuesta por reactivar la comisión bilateral entre el Estado y la Generalitat. Ello pasa, según el líder socialista, por consolidar “un gobierno de cambio” en la Moncloa.

Estaba previsto discutir los 23 puntos que propuso en 2014 Artur Mas a Mariano Rajoy en su último encuentro oficial, que incluían mejoras en infraestructuras, materias económicas o cultura. Sin embargo, la portavoz del ejecutivo catalán, Neus Munté, ha afirmado que finalmente no se ha debatido el asunto. Como único apunte positivo, la portavoz agradeció la actitud de Sánchez por “su voluntad de hablar, de crear sinergias de diálogo que consideramos positivas”.

DISCREPANCIAS 

Puigdemont expresó su malestar a Sánchez cuando éste habló de los supuestos problemas de convivencia que se viven en Cataluña a raíz de la puesta en marcha del proceso independentista. Munté aclaró que “hay un 80% de la población a favor de un referéndum, lo que demuestra que no hay muestras de ruptura de la convivencia”. El líder catalán también insistió en la necesidad de blindar la inmersión lingüística, que para la portavoz es "una cuestión central para el gobierno catalán, para el parlamento y para la sociedad catalana”.

En el encuentro se trató también la delicada situación financiera de la Generalitat. Sánchez se interesó sobre las cuentas del gobierno catalán, y Puigdemont le expusó “las humillaciones sobre el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y las invasiones de competencias por parte del gobierno del PP”, según ha apuntado su portavoz. El presidente catalán ha remarcado que el compromiso del mandato del 27-S “se mantiene inalterable” y Munté ha insistido en la mala imagen que suponen las imputaciones por la consulta del 9-N: “Es una anomalía democrática, y Sánchez no ha dado una respuesta concreta”.

CIUDADANOS AVISA

Ciudadanos (C’s) avisó este lunes a Sánchez que si se hablaba de la posibilidad de un referéndum en Cataluña, la formación naranja rompería el acuerdo que mantienen para la investidura del líder socialista. “Tenemos un contrato que dice que esto no se puede permitir en un futuro gobierno”, advirtió el portavoz Fernando de Páramo.

Por su parte, el portavoz de Democràcia i Llibertat (DiLL) en el Congreso, Francesc Homs, dijo que el encuentro demuestra que la falta de dialogo entre Madrid y Barcelona se debe a la falta de voluntad de Rajoy. Aparte de agradecer el intento de diálogo de Sánchez, le exhortó a que en sus propuestas “haya contenidos además de voluntad”. Xavier Domènech, de EnComúPodem, agradeció a Sánchez que se reúna con Puigdemont “sin C’s al lado”. Para Rafael Hernando, portavoz del PP en el congreso, el encuentro de hoy demuestra la voluntad de Sánchez de “intentar una segunda vuelta de investidura, para restablecer relaciones con Podemos e intentar la abstención de los independentistas”.