“Hoy es uno de esos días de felicidad con los que suelo encontrarme en el trabajo”, decía el concejal de participación ciudadana, Pablo Soto, justo antes de dar el pistoletazo de salida a los "presupuestos participativos". Manuela Carmena, sin quedarse atrás, ponía sonrisa de oreja a oreja: “Estoy feliz. Madrid se había quedado atrás respecto a ciudades como Reikiavik o Nueva York”. A su lado en la mesa, Purificación Causapié, portavoz del PSOE, presumía de socialismo porque ciudades como París, con gobiernos de su partido, ya implantaron “con éxito” esta modalidad de presupuestos.

La alcaldesa de Madrid ha puesto en manos de los madrileños 60 millones de euros del total de las cuentas para 2017. Desde este lunes, los empadronados en la capital pueden plantear propuestas. Las más apoyadas serán sometidas a un examen de viabilidad y, en caso de respetar la ley, quedará detallado su coste. Entre el 15 de mayo y el 30 de junio tendrá lugar la votación final. Las propuestas ganadoras formarán parte del presupuesto que tratará de aprobar el Consistorio para 2017.

Antes de lanzarse a la piscina, el Ejecutivo madrileño probó los presupuestos participativos en Tetuán, Usera y Arganzuela. Lo hizo con cantidades limitadas, alrededor de los 100.000 euros por distrito, lo que supone cerca de un 0,80% del total destinado a dichas zonas. Las propuestas ya aprobadas en estos programas piloto van desde la creación de nuevas instalaciones deportivas hasta la educación para la convivencia sin ruido, pasando por la atención a los alumnos de primaria durante los días no lectivos. Pero al preguntar a los madrileños, Manuela Carmena también se ha encontrado peticiones tan llamativas como éstas.

Los paseantes de perros

Un vecino de Arganzuela trató de convencer al resto para presionar al Consistorio y que éste destinase parte de su presupuesto a pasear a los perros de aquellos dueños del barrio de Acacias que no pudieran hacerlo -personas mayores y discapacitados-.

Propuso la creación de una oficina “con un teléfono, un ordenador y un equipo de dos o tres personas”. Este servicio gratuito para el usuario, explicaba, se daría a conocer a través de los consultorios médicos del barrio, los servicios sociales del Ayuntamiento, las clínicas veterinarias y el clásico método del buzoneo. El dueño acordaría la hora y el lugar de recogida del animal. Incluso también podría tantearse que el encargado del servicio pudiera pasear “a la persona mayor y al animalito al mismo tiempo”. Pero lo más surrealista del proyecto llega al final. El vecino habla de un coste de tan sólo 24 euros. El Consistorio impidió que se votara esta propuesta al no tener el distrito competencia para organizar el paseo de mascotas.

La 'Batukaña'

La batucada es un baile afrobrasileño acompañado de percusión que ha conseguido en España un arraigo considerable. En este caso, los vecinos describen la batucada como “un evento de movilización en favor de reivindicaciones solidarias y de justicia social”. De ahí, el paso de batucada a 'batukaña', por aquello de dar caña.

Este grupo musical trató de lograr el apoyo de la mayoría para que el Ayuntamiento destinara parte de su presupuesto a la compra de nuevos instrumentos y al mantenimiento de los ya disponibles. Gracias a ello, reza la propuesta, “podría ampliarse el número de participantes e incorporar a preadolescentes para iniciarles en la participación grupal del barrio”. El Consistorio no permitió que se votara el proyecto al “no disponer de una partida presupuestaria para un grupo particular”.

Encuentros de 'chiñoles'

La asociación MAN DA RI NA diseña talleres creativos dirigidos a jóvenes chinos de entre 18 y 25 años que se autodenominan 'chiñoles', “pues no se sienten chinos ni españoles, y a la vez se sienten las dos cosas”. Estas actividades giran en torno a la identidad y el espacio íntimo, con el objetivo de generar integración.

El presupuesto de estos talleres es de alrededor de ochocientos euros. El Consistorio probó la viabilidad y la legalidad de la propuesta y la calificó de “votable”.

Feminismo en las aulas de Usera

Un grupo de vecinos trató de suscitar el clamor popular para incorporar el feminismo como contenido en los colegios de Usera. El proyecto, explicaban, se llevaría a cabo en colaboración con las asociaciones de padres y con grupos feministas. El programa implantado iría desde primaria hasta bachillerato y tendría como principal objetivo “fomentar la igualdad y el respeto entre géneros”.

Una vez más, quienes diseñaron la propuesta consideraron que esto no supondría ningún coste: “0 euros”. El Consistorio no permitió que se votara este proyecto ya que la competencia para cambiar los currículos escolares reside en la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid.

De las chatarras a las tablas

En esta propuesta -aprobada y ya en marcha- titulada 'De las chatarras a las tablas', los impulsores pretenden “contribuir a la emancipación laboral de personas en situación de exclusión y promover su prestigio social” a través del teatro.

El objetivo pasa por dotar de herramientas personales y profesionales a los usuarios gracias a sesiones semanales con veinte participantes como máximo, que podrían obtener becas mensuales de cien euros y quedaría acreditada su cualificación actoral de cara a un futuro. Las personas contratadas para la formación serán, preferentemente, vecinos del distrito y los beneficios obtenidos en taquilla retroalimentarán los presupuestos participativos para el año siguiente.

Farolas LED

“Las bombillas LED duran más tiempo y consumen muchos menos vatios que las tradicionales”, redactaba un vecino en su propuesta. Su objetivo era conseguir los apoyos necesarios para que el Ayuntamiento sustituyera aquellas que se fundieran por las de tecnología LED, que “ahorrarían mucho dinero a largo plazo, así como reducirían el gasto energético”.

El Consistorio tiró la propuesta. “La competencia es de la Dirección General del Espacio Público”, explicó.

La recuperación del 'pipican'

Se conocen como 'pipican' aquellos parques caninos concebidos para que los perros puedan hacer allí sus necesidades. Entre las calles Segura y Gainza -distrito de Usera- se encuentra “en estado de abandono” uno de estos recintos. El vecino pide la reconstrucción del vallado que, por estar defectuoso, podría suponer la huida de las mascotas. Además, reclama un recogedor de excrementos, un par de bancos para los dueños y un bebedero para los perros. En este caso, el presupuesto que describe el vecino no sólo es mínimo, sino que ni siquiera existe: “0 euros”.

El Ayuntamiento impidió que este proyecto se votara ya que, según informó, “la competencia para acondicionar estas zonas es del área de medio ambiente del Consistorio, y no de la junta de distrito”.

Las propuestas de los recién estrenados presupuestos participativos podrán conocerse y votarse a partir del 1 de abril. Desde este lunes, el cauce de participación está abierto en www.decide.madrid.es

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