El éxito cosechado en las generales y las municipales de 2015 ha empujado a Ada Colau a intentar crear un espacio que se convierta en el nuevo referente de la izquierda catalana. La alcaldesa de Barcelona quiere convertir su actual coalición en un "nuevo espacio político" que tenga "la defensa de los derechos sociales, la lucha contra la corrupción y el derecho a decidir" en el centro de sus políticas y consolide un “ciclo de cambio” empezado en las municipales de 2015.

En una comparecencia sin ninguno de los miembros de sus confluencias, Colau anunció que el nuevo partido huirá de la fórmula de coaliciones que ha empleado su formación, BComú, hasta la fecha. “No será una coalición ni una sopa de siglas, sino un espacio con protagonismo ciudadano”, afirmó. “Hablamos de un espacio que vaya más allá de las lógicas partidistas”, añadió Xavier Domènech, líder del partido en el Congreso. “Tiene que ser un espacio ciutadanista, debe ser un sujeto propio catalán y queremos que cuente con lo mejor de las confluencias que nos han dado el éxito”.

Colau quiso recalcar el capital político que ha adquirido su formación en muy poco tiempo para justificar su decisión. “En enero de 2015 presentamos BComú y en mayo ganamos la alcaldía de Barcelona”, recordó. “En octubre de 2015 presentamos En Comú Podem y al cabo de dos meses ganamos las elecciones generales en Cataluña”. La alcaldesa enmarcó la creación de su nuevo partido en las “interpelaciones” de la ciudadanía para que se impulse un espacio “que la gente percibe como necesario y que no está representado por ninguna fuerza política”.

Colau no quiso concretar plazos ni el papel que ella tendrá en el nuevo partido. Aseguró que se iniciará un proceso de debates que acabará con una “asamblea constituyente” y que la articulación se hará “sin las prisas” de un calendario electoral. “Abrimos el debate en la organización para que la ciudadanía pueda aportar sus propuestas”, añadió. Sobre su papel en la futura formación, explicó que todavía “no se ha hablado de personas”. Colau afirmó, sin embargo, que “no aspira a cargos” y que ya tiene mucho trabajo en la alcaldía de Barcelona. “Aun así, estoy muy comprometida con BComú y estaré encantada de estar en una organización que va más allá de nombres concretos”, zanjó.

Tampoco quedó muy claro qué papel le quiere asignar BComú al resto de partidos que hasta la fecha han concurrido en coalición con ellos en Cataluña, especialmente ICV y Podemos. “No renegamos de la experiencia de nadie”, aclaró Colau. “El resto de partidos han constatado lo mismo que nosotros, pero seremos muy respetuosos con los debates que estas organizaciones hagan en su seno”.

Podemos e ICV recogen el guante

Tanto Podemos como ICV escenificaron buenas respuestas a la propuesta planteada por Colau. Ambas formaciones tienen presente que su único fracaso en Cataluña se fraguó en las autonómicas de septiembre, las únicas elecciones en las que no se presentaron junto al partido de la alcaldesa de Barcelona.



Colau no avisó al resto de partidos de que lanzaría esta propuesta este lunes, pero todos los implicados aseguraron que es un tema que se viene comentando desde hace tiempo. “Para nosotros no es ninguna noticia”, explicó el lunes por la tarde Marc Bertomeu, portavoz de Podem. “Es un debate que se ha planteado durante el último año pero que no hemos podido abordar porque ha habido muchas elecciones”.

Colau afirmó en el mismo sentido que los miembros de las distintas organizaciones han ido debatiendo la opción de manera informal. “Es un debate que se ha ido produciendo entre nosotros, no es que haya habido una reunión entre ejecutivas”.

Bertomeu explicó que su partido debatirá durante febrero y marzo esta opción y finalmente la votará en abril. “Habrá que debatir cómo nos organizamos, pero la cuestión es encontrar una fórmula que puede ser la propuesta por Colau u otra”. También negó que la propuesta de Colau fuera una OPA encubierta sobre el grupo catalán de Podemos. “Te absorben cuando renuncias a prioridades programáticas”, respondió. “Si seguimos defendiendo lo mismo, que se llame A, B o C para nosotros es una cuestión menor”.

En ICV explicaron que la propuesta se debatirá a partir de febrero, cuando empezará un proceso de primarias para elegir a la dirección del partido que culminará con una Asamblea Nacional a principios de abril.

Sin líneas rojas con el PSOE

Tanto Colau como Domènech se negaron a afirmar que el referéndum en Cataluña sea una línea roja para negociar un Gobierno progresista con el PSOE. Aun así, se mostraron confiados en poder convencer a los socialistas de la necesidad de preguntar a los catalanes qué encaje quieren tener con España.

“Para sentarse a negociar hay que poder hablar de todo, esa es nuestra premisa”, explicó Domènech, que afirmó que ellos no ponen ninguna línea roja. El cabeza de lista de En Comú Podem, sin embargo, añadió que en este momento “no hay ninguna negociación” con el PSOE y reprochó a los socialistas que ellos sí tracen líneas rojas en la negociación. “Se debe poder hablar de todo”, explicó. “Algunos olvidan que nuestra propuesta ganó las elecciones en Cataluña”.

Domènech incluso emplazó al PSOE a presentar una alternativa a su referéndum. “Si ellos tienen una propuesta que puede convencer a los catalanes, que la planteen y la hablamos”. Domènech también pidió al PSC una “postura más proactiva en las negociaciones”. El líder de En Comú Podem le recordó al secretario general del PSC, Miquel Iceta, que su formación hace dos años defendía un referéndum pactado en Cataluña.

Domènech quiso recordar que, a pesar de que no tienen un grupo propio en el Congreso, son la primera formación catalana en la Cámara Baja. “Tenemos voz propia, portavocía propia, autonomía y disciplina de voto propia”, afirmó. El diputado, sin embargo, no quiso concretar si sus 12 parlamentarios estarían dispuestos a votar distinto al resto de diputados de Podemos. “Ahora mismo no contemplamos ese escenario”.

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