El president en funciones de la Generalitat, Artur Mas, ha dado este miércoles su habitual mensaje de fin de año. El discurso ha coincidido con el día en que la Audiencia Nacional ha citado para declarar como imputado al expresident Jordi Pujol y a su mujer, Marta Ferrusola, por blanqueo continuado de capitales. Mas ha evitado referirse a su predecesor y a la corrupción que acecha a su partido, Convergència Democràtica de Catalunya.

Pero el president sí que ha lanzado varios dardos directos a la CUP y su largo debate interno para decidir si le invisten para el que sería su tercer mandato como president en cinco años. El plazo termina el próximo 10 de enero y la CUP ha anunciado que dirá su última palabra el domingo 3. Mas les ha pedido que no huyan más de su obligación: “En nuestro país se ha hablado mucho del derecho a decidir”, ha dicho Mas. Y ha añadido: “Ahora bien, al lado del derecho a decidir está el deber de decidir”.

La equiparación entre ambos resulta extraña, más cuando el president ha equiparado las elecciones del 27 de septiembre con la consulta del 9 de noviembre de 2014. Según él: “Constituyen el ejemplo más evidente de esta voluntad de decidir nuestro futuro”. Mas tiene claro que el problema no es sólo de ideas o siglas, sino también de personas: los escenarios nos obligan a decidir “entre ideas, personas y partidos muy diferentes”.

La petición última de la CUP para apoyar a Junts pel Sí es que cambiaran a su candidato. Pero la coalición ha preferido nuevas elecciones antes que renunciar a Mas. “Cataluña tiene claro que quiere decidir su futuro”, ha dicho Mas en el discurso, y ha vuelto a destacar la presencia necesaria de “todos”, él también: “Todos somos necesarios para hacerlo posible. Seguir ignorándolo o despreciándolo no aportará ninguna solución de futuro”.

El president ha lanzado dos críticas al resto de los políticos españoles. Primero, “por el escarnio y la mofa que han hecho de la situación catalana”, pero que ahora, tras las elecciones del 20D, “deberán aplicar en sus propias casas la terapia para resolver aritméticas de suma muy complicada”. En segundo lugar, Mas ha querido también recordar que si su Gobierno no ha atendido mejor las necesidades sociales de Cataluña es por el dinero que mandan a otras partes del país: “Una riqueza que desgraciadamente no controlamos y que se nos va en unas proporciones elevadísimas”.

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