Nadie ha sido capaz hasta ahora de sacar adelante la llamada Operación Chamartín, un desarrollo urbanístico al norte de Madrid en el que convergen intereses de tres administraciones (Ayuntamiento, Comunidad y Gobierno central, a través de Fomento). Junto a ellos se encuentran los dos principales inversores privados: el banco BBVA y la constructora San José, que controlan el 76% y 24% de la promotora Distrito Castellana Norte (DCN), hasta mayo conocida como Desarrollo Urbanístico de Chamartín (DUCH).

Más de 800 técnicos han participado en la elaboración de un proyecto que está aprobado desde el pasado mes de mayo por el anterior equipo municipal. Sin embargo, pese a que ya cuenta con el visto bueno técnico, el proyecto sigue en espera de que el pleno del Ayuntamiento de Madrid vote su adhesión para que puedan iniciarse las obras, además de inyectar unos 100 millones como parte de su coinversión.

Pese a que ahora las miradas se dirigen a Manuela Carmena, todos los anteriores alcaldes han fallado en arreglar el agujero ferroviario del norte de la ciudad y dotar de nuevas comunicaciones. Se trata de uno de los puntos negros del tráfico en Madrid.

¿Cuál es el punto de bloqueo?

El consistorio recibirá una buena dosis de ingresos si sale adelante: de los 3 millones de metros cuadrados, el 62% pertenece a los operadores privados y por detrás se encuentra el Ayuntamiento (18%), la Comunidad de Madrid y Fomento a través de Adif. Se prevén crear 120.000 empleos y la inversión prevista asciende, en total, a unos 6.000 millones, el 80% aportado por los socios privados y el 20% restante por las administraciones públicas.

El anterior equipo municipal, liderado por el PP de Ana Botella, dio luz verde la operación, pero apenas unos días después perdió las elecciones. El nuevo equipo municipal que lidera Manuela Carmena (Ahora Madrid) junto al PSOE de Antonio Carmona se ha comprometido a desbloquear proyectos urbanísticos como este, pero todo sigue en el alero.

Los planes municipales de la nueva alcaldesa -con apenas cinco meses en el cargo- van en esa dirección, como ha demostrado el reciente espaldarazo municipal a la Operación Canalejas, si bien se ha visto frenada, de nuevo, por obstáculos judiciales. No hubo nadie disponible en el Ayuntamiento para responder a la posición actual del proyecto, si bien, según El Mundo, antes de una semana el proyecto dará un paso adelante con la constitución de una mesa de trabajo para ello.

¿Cuáles son las fechas?

Lleva varada en el mar urbanístico madrileño desde 1993. Hace más de veinte años que se realizó la subasta de los terrenos de Adif (Renfe), el gestor ferroviario, para construir viviendas, edificios de oficinas e infraestructuras en el zona, que ocupa unas 300 hectáreas.

Distrito Castellana Norte (DCN), y las sociedades antecesoras, ha invertido hasta el momento unos 100 millones de euros entre estudios de arquitectura, ingenierías, planificación y diseño de las obras.

Si la Operación Chamartín ve la luz, DCN tiene 30 días hábiles para ejecutar el contrato de compraventa de los terrenos con Adif y efectuar el pago de 1.200 millones de euros a la empresa pública. El gestor ferroviario prevé destinar entre 400 y 500 millones a la futura estación de Chamartín, punto neurálgico de las comunicaciones de tren en la zona norte de Madrid.

Pero mientras el Ayuntamiento no dé la licencia al inicio de las obras, el futurible urbanísitico seguirá en el cajón de los olvidos. BBVA, líder del proyecto promotor, se ha marcado como fecha límite el próximo diciembre de 2016 para iniciar el proyecto. De no hacerlo, el banco se echará a un lado tras pactar una ventana de salida: el banco renunciará a lo invertido hasta ahora con tal de deshacerse de la operación.

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