EH Bildu ha llamado esta martes al PNV a “confrontar democráticamente” con el Estado español y a otorgar a la ciudadanía vasca “instrumentos” para ejercer el derecho a decidir, después de registrar en el Parlamento Vasco su propuesta de ley de consultas. Sigue los pasos dados en Cataluña y presenta su iniciativa como un “paraguas legal” bajo el que consultar al pueblo vasco sobre un nuevo estatus político que supere el Estatuto de Gernika.

La coalición abertzale asegura que “si hay voluntad política” su ley “tiene recorrido suficiente” en el marco de la legislación española, pero está dispuesto a vulnerarla si sus instituciones “niegan la identidad nacional y los derechos democráticos del pueblo vasco.”

“Nosotros no obedecemos a Madrid”, ha asegurado su principal portavoz, el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, que ha añadido que si persiste “el frente del ‘no’” constituido por PP, PSOE y Ciudadanos, apelarán al mandato y la “legitimidad democrática” que emana de la ciudadanía vasca para seguir adelante.

“EH Bildu está preparada para asumir todo tipo de consecuencias en ese escenario”, ha recalcado Arraiz, que ha comparecido con el resto de los portavoces de la coalición: Pello Urizar, de EA; Rebeka Ubera, de Aralar; y Oskar Matute, de Alternativa.

El principal escollo para la consecución de sus objetivos no es, sin embargo, ahora mismo el Gobierno de España sino la posición del PNV, defensor también del derecho a decidir, pero con una estrategia y unos ritmos muy diferentes.

Arraiz no ha nombrado al partido de Ortúzar en ninguna ocasión, aunque a él ha dirigido la mayoría de sus mensajes. Para que el Parlamento, como pretende EH Bildu, se convierta en una “Asamblea soberana y nacional” necesita conformar una mayoría nacionalista en la Cámara, que sólo se obtendrá si el PNV suma sus votos a los de sus 21 parlamentarios.

“Nosotros lo tenemos claro, si es cierto que (ellos) están a favor del derecho a decidir, se trata de que nos pongamos de acuerdo en cómo se materializa”, ha insistido el presidente de Sortu. Según sus cálculos, el PNV no tendrá más remedio que pronunciarse el 4 de febrero, cuando se debata en pleno la admisión de la ley presentada.

Sin consulta en 2016

Queda un año para que acabe la legislatura y el portavoz de EH Bildu es consciente de que el tiempo corre en su contra para la tramitación de la ley en la Cámara vasca, pero otra vez ha recalcado que es cuestión de “voluntad política”, refiriéndose de nuevo al PNV. Ha admitido por primera vez, no obstante, que aunque la ley se apruebe en 2016 no se podrá consultar ese año a la ciudadanía como era su intención. ¿Por qué? Porque aunque exista “el instrumento” de la ley, “no hay intención de llegar a un acuerdo sobre lo que votar”.

Una alusión más al PNV que ha aplazado a la próxima legislatura la búsqueda de un acuerdo entre los partidos vascos sobre un nuevo estatus político para Euskadi. La ponencia de autogobierno creada a tal fin en el Parlamento ha ralentizado sus trabajos, lo que ha sido denunciado por Arraiz como “indignante”: “Nosotros no venimos (a la Cámara vasca( a pasar el tiempo, otros parece que sí”.

Arraiz ha insistido en que la “confrontación” que plantea es con el Estado español y no “entre partidos vascos” y se ha mostrado esperanzado de que su propuesta, “mejorable en el debate parlamentario”, sea aceptada. La iniciativa de EH Bildu fija en su preámbulo el derecho de los ciudadanos de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, “como expresión de la nación vasca”, a ejercer el derecho a decidir y “ser dueños” de su futuro político , económico y social, todo ello en una “vía de confluencia progresiva” con el resto de territorios vascos (Navarra e Iparralde -País Vasco francés-).

Confluencia con Navarra

Cuando perfiló su “vía vasca” hacia la soberanía la coalición abertzale planteó ya tres procesos constituyentes diferentes en cada parte de Euskal Herria, con distintos ritmos con el objetivo último de la “confluencia”. En su ley, la disposición segunda abre la puerta a la “actuación conjunta” entre Navarra y la comunidad autónoma si así lo decidiese la ciudadanía.

En los 59 artículos del texto propuesto por EH Bildu se encuentran similitudes con la ley de consultas catalana impulsada por Artur Mas, en relación, por ejemplo, a las personas legitimadas para votar –mayores de 16 años- , o el número de consultas anuales – no más de tres-. La norma llama también a la “cooperación” en el desarrollo de la ley y “ordena” su cumplimiento a autoridades y tribunales.

La propuesta final registrada esta mañana ha modificado, en cambio, otra semejanza inicial, ya que se ha eliminado la imposibilidad de consultar a la ciudadanía sobre asuntos de materia fiscal o presupuestos ya aprobados. Constaba en el borrador sometido a debate entre colectivos sociales, pero se ha suprimido finalmente. Los únicos temas vetados serían aquellos que “puedan afectar, limitar restringir la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea”.

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