Ávila

Si algo ha demostrado Ciudadanos en su corta carrera nacional es que domina la estrategia política americana, donde el simbolismo es a veces tan importante como el mensaje. Lo hizo, siendo sólo una formación catalana, reuniendo las banderas de Europa, España y Cataluña dentro de un mismo corazón para las elecciones autonómicas de 2012. Y lo mantiene ahora, cuando restan menos de 50 días para las generales del 20-D y las últimas encuestas publicadas sitúan a Albert Rivera por delante del PSOE, disputando la victoria al PP en una inédita foto finish.

El primer guiño ha sido reivindicar la Transición. No por su legado político, que también, sino sobre todo por el espíritu de diálogo y entendimiento que define una época. La ejecutiva que Ciudadanos celebró este domingo en el Parador de Ávila fue un homenaje a Adolfo Suárez en su tierra. Pero, sobre todo, fue el momento elegido por Rivera para desprenderse de la etiqueta de actor secundario y dar un paso al frente como el político que puede liderar lo que llama una “segunda transición ciudadana”.

Ciudadanos es ahora mismo, según las últimas encuestas publicadas como la de Metroscopia para El País, una bola de nieve que rueda ladera abajo haciéndose cada vez más grande. Podemos estuvo en un punto demoscópico idéntico hace sólo un año y ahora es la cuarta opción según la mayoría de sondeos. En ese sentido, Rivera apeló de nuevo a la humildad y a la importancia de mantener los pies en la tierra. Pero por primera vez avisó al resto de partidos de que quizá sean ellos los que tengan que prestar su apoyo en el Congreso de los Diputados para formar Gobierno.

“No me voy a preguntar a quién apoyar, sino a quién ganar”, dijo. “Que tres partidos estén en tres puntos, en un pañuelo, y compitan por la victoria rompe todos los esquemas”.

Rivera admitió que se está repitiendo un patrón similar al de Cataluña, donde Ciudadanos ocupó el espacio político del PP y el PSC, convirtiéndose en la segunda fuerza del Parlament con 25 escaños. Además, señaló que la formación naranja quiere ser el gran aliado de la clase media-trabajadora, que es la mayoría del país pese a representar tendencias diferentes.

“La visión reformista de Ciudadanos junto a la solvencia a la hora de plantear asuntos económicos, la reforma democrática e institucional como la que vamos a plantear el próximo fin de semana, la defensa sin duda de la unión de todos los españoles, y esa regeneración democrática son aspectos que hoy puede decirse que a muchos españoles les seducen”, aseguró.

El tsunami de los últimos sondeos pasará una prueba de fuego con la reforma del modelo de Estado que Rivera planteará el próximo sábado en Cádiz, otro símbolo como cuna del constitucionalismo español desde la Pepa en 1812.

Reforma ambiciosa

El líder de Ciudadanos dijo que presentará un documento político, y no una tesis de Derecho Constitucional, que es el más ambicioso de todos los programas electorales conocidos hasta ahora. Rivera guarda bajo llave el contenido de unas propuestas que ha coordinado el catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras, pero adelantó que incluirá modificaciones en el Título Octavo sobre la organización territorial para fomentar la igualdad de derechos en todo el país y evitar que las Comunidades Autónomas usurpen competencias.

“No es sólo una reforma de artículos constitucionales, sino que toca aspectos de regeneración democrática, aspectos de reformas institucionales, aspectos del poder judicial y separación de poderes, aspectos de derechos fundamentales y sociales y toca aspectos de funcionamiento institucional”, afirmó.

Rivera recordó que cualquier reforma de la Constitución necesitará un amplio consenso parlamentario. Y, de nuevo, la invocación a Suárez. Para el líder de Ciudadanos, no existe diálogo imposible. Sólo la voluntad de llevarlo adelante.

“A los que somos jóvenes nos han entregado una Constitución, una democracia, unos valores, un estado de bienestar, un pasaporte europeo…. Me parece absurdo renegar de lo que se consiguió”, aseguró. “Eso no quiere decir que no sea un sistema imperfecto que hay que perfeccionarlo. Si Carrillo y Fraga se pusieron de acuerdo, ¿cómo no nos vamos a poner de acuerdo ahora?”

Petición al catalanismo moderado

Rivera también hizo un llamamiento al catalanismo moderado para que abandone el camino de la independencia y se sume a un debate constructivo dentro de la Constitución y la democracia. El candidato de Ciudadanos sorprendió apelando a figuras como la de Francesc Cambó y Josep Tarradellas, que pese a estar en sus antípodas ideológicas tuvieron la cintura política de sentarse a dialogar. Rivera pidió a los sectores de Convergencia “contrarios a dejar Cataluña en manos de la CUP” que se bajen del barco y se avengan a negociar.