Editorial

Las Cortes de Castilla-La Mancha no deben convertirse en un gallinero político

30 agosto, 2017 00:00

Este jueves, 31 de agosto, tendrá lugar en las Cortes de Castilla-La Mancha el pleno de debate y aprobación de los Presupuestos de la Junta de Comunidades para este año, una sesión tan necesaria como controvertida y largamente esperada después de meses de inestabilidad institucional y política en la región y la formación de un bipartito PSOE-Podemos en el Gobierno autonómico de Emiliano García-Page. Es previsible que este pleno se convierta en un nuevo ejemplo de la tensión política creciente en Castilla-La Mancha y del escaso nivel que los grupos parlamentarios vienen mostrando.

Somos plenamente conscientes de que un Parlamento democrático como el de Castilla-La Mancha es un escenario de confrontación de ideas y propuestas y valoramos, desde este punto de vista, la polémica y el necesario choque político entre los grupos, pero no creemos oportuno ni positivo que las Cortes regionales se conviertan en un mero foco de tensión permanente en el que nadie escucha a nadie y sólo se traslada desazón y desesperanza a la sociedad castellano-manchega. Los recientes episodios registrados en la Cámara autonómica apuntan en esta dirección y pensamos que nadie necesita en Castilla-La Mancha un gallinero político ni un diálogo de sordos en el que los problemas reales de la región queden en un segundo plano.

Apelamos, por tanto, a la responsabilidad de los tres grupos parlamentarios y al rigor en su trabajo político e institucional por y para Castilla-La Mancha.