Zach Miller, jugador de 33 años de los Bears de Chicago podría pasar por el momento más duro de un deportista de élite: tener que retirarse por culpa de las lesiones. En el partido ante los Saints de Nueva Orleans, el ala interna no apoyó bien la pierna y se fracturó los ligamentos de la rodilla.

Todo ocurrió cuando saltó a por el esférico. Al caer, la rodilla de su pierna izquierda se giró y este quedó en el suelo. El público enmudeció y, después de quedar tendido en el césped con claros signos de dolor, los médicos del equipo saltaron al campo a socorrerle. La operación fue de urgencia y requirió tejido de la pierna derecha para emplearla en la pierna izquierda.Esta lesión siempre deja una larga baja y recuperación. Sin embargo, las malas noticias aumentaron cuando una vez trasladado al hospital los médicos encontraron más problemas. El jugador tenía rota una arteria, lo que complica la acción de los servicios sanitarios hasta el punto de poner en duda la posibilidad de recuperar la extremidad.

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