Al menos hasta que regrese Courtois, el debate de la portería en el Real Madrid parece visto para sentencia. La actuación formidable que firmó Lunin en la ida de los octavos de final de la Champions League ante el Leipzig dejó claro que el guardameta ucraniano es uno de los mejores cancerberos del momento. 

Brahim Díaz fue nombrado el mejor jugador del partido (y no es para menos después de su decisivo golazo), pero no estuvo muy lejos en importancia Lunin. El portero sostuvo a su equipo a base de intervenciones, maquilló la discreta actuación de conjunto en Alemania con buenas manos, y se ganó a pulso cada elogio que ahora mismo llueve sobre él.

Hasta nueve paradas firmó el portero madridista en el Red Bull Arena ante las constantes acometidas de un Leipzig que terminó desesperado por no encontrar la manera de derribar la muralla de 191 centímetros. Ni por arriba, ni por abajo. Ni en el mano a mano, ni con lanzamientos desde larga distancia. Lunin fue impenetrable en el frío germano.

RB Leipzig 0-1 Real Madrid

Tan sólo la polémica acción del gol anulado a los tres minutos demostró algo de vulnerabilidad en el guardameta. Sin embargo, a partir de ahí el ucraniano se creció y fue ganando en confianza. Firmar una actuación así, "sobresaliente" como dijo Ancelotti en la rueda de prensa, tiene mucho mérito precisamente en el momento en el que la Champions League entra en su tramo decisivo. 

El salvador

Viendo la forma en la que transcurrió el partido, el Real Madrid tenía todas las papeletas para haberse vuelto de Alemania con algún gol en contra. El equipo no estuvo fino, no se encontró sobre el terreno de juego, y eso propició que el RB Leipzig encontrara la manera de hacer daño con relativa facilidad.

El delantero Sesko fue una auténtica pesadilla para toda la zaga y con su envergadura generó muchos problemas. Al margen del gol anulado, el ariete obligó a Lunin a realizar la primera de sus intervenciones de mérito cuando tan sólo se habían disputado 9 minutos de juego.

Tuvo todavía que emplearse más a fondo en la segunda mitad, porque el Leipzig siguió insistiendo en el ataque, sobre todo cuando se vio por debajo en el marcador porque no quería viajar a Madrid yendo a remolque.

[Así fue el extraño gol anulado al RB Leipzig en el partido de Champions League ante el Real Madrid]

Tras el momento de lucidez de Brahim en ataque, llegó el momento del guardameta en la portería contraria. Dos intervenciones consecutivas, una contra el intento de Dani Olmo y otra contra el disparo de Sesko, le permitieron a Lunin seguir agrandando su figura. 

Pero más allá de lo que demostró ser capaz de hacer bajo palos, el ucraniano también demostró habilidades fuera de su área y sobre todo valentía para salir de su zona de confort. En un pase filtrado a la espalda de la defensa, Lunin apareció de forma casi milagrosa tirándose al suelo para evitar que Sesko recibiera libre de marca y con toda la ventaja para hacer el empate.

Todavía quedaba seguramente la mejor parada de la noche. Brahim se lesionó y pidió a todos que pararan el juego para ser atendido, pero el Leipzig hizo caso omiso y salió a toda velocidad al contraataque. Aquella jugada desembocó en un paradón monumental de Lunin antes del gran enfado del Real Madrid porque los germanos no tiraron el balón fuera.

Lunin, en Alemania antes del partido ante el Leipzig. EFE

Sesko recibió dentro del área, controló y armó su pierna para ejecutar un disparo con toda su fuerza. El balón iba abajo, donde le duele a los porteros, pero Lunin reaccionó a la perfección para poner el guante duro y sacar un gol casi cantado.

Una actuación formidable, con nueve intervenciones de mérito que avalan su trabajo, que sigue confirmando a Lunin como el portero titular indiscutible del Real Madrid al menos hasta que Courtois se recupere de su grave lesión del cruzado.