La situación en la que se ha quedado el Real Madrid en La Liga después del empate en el derbi de la capital ante el Atlético es límite. Los blancos tenían una desventaja de 8 puntos con respecto a un Fútbol Club Barcelona que lleva un ritmo imparable en la competición regular, y sabían que el margen de error prácticamente había desaparecido.

A los de Carlo Ancelotti no les valía otra cosa casi hasta el final de la competición que ganar cada partido para tratar de ir reduciendo la distancia como fuera, pero un empate o una derrota, viendo el nivel del Barça, les dejaba prácticamente fuera de la lucha. Al margen de lo que hagan los culés al final de la jornada ante el Almería, parece muy complicado que el Real Madrid se pueda reenganchar de lleno a la pelea por La Liga, aunque todavía queda mucho por delante y los blancos son especialistas en remontadas.

La brecha es grande, y es así porque los madridistas han pinchado ya hasta en siete ocasiones en lo que va de temporada en La Liga. Osasuna, Girona, Rayo Vallecano, Villareal, Real Sociedad, Mallorca y Atlético han sido capaces de cruzarse en el camino del Real Madrid para restarle puntos, demasiados pinchazos a estas alturas de la competición que han puesto en duda la fiabilidad del equipo.

[El Real Madrid se deja otro trozo de Liga ante un Atlético que sacó un punto con un jugador menos]

La sobrecarga del calendario, las polémicas arbitrales, la apatía en determinados momentos o los climas hostiles generados en torno a Vinicius han sido algunos de los pecados capitales en los que ha caído el Real Madrid. Muchos despistes y recaídas que comienzan a ponerle la Liga en bandeja al Fútbol Club Barcelona.

El primer traspié

El Real Madrid comenzó como un auténtico tiro la temporada. Abrió el curso levantando la Supercopa de Europa, triunfando en Champions League y enlazando 6 victorias consecutivas en La Liga, entre ellas un Clásico ante el Barça. Como era lógico, era imposible mantener este ritmo de crucero de manera indefinida y entonces llegó el primer bache.

Sucedió de la forma más inesperada, en el Santiago Bernabéu y ante un equipo de la zona baja de la tabla como es el Girona. Los blancos marchaban por delante, pero una discutida decisión arbitral al señalar penalti en una mano involuntaria de Asensio hizo que el partido terminara en empate y el Real Madrid dejara escapar los primeros dos puntos del curso.

Melero López, el árbitro del partido, rodeado de jugadores del Real Madrid y del Girona. REUTERS

No es fácil ver a los de Ancelotti encadenar dos pinchazos seguidos, pero en la siguiente jornada de Liga llegó el segundo batacazo. En su visita a Vallecas y en un partido que se convirtió en un intercambio de golpes espectacular, los merengues terminaron cediendo ante un Rayo que se mostró mucho más acertado y que acabó por darle la vuelta al marcador.

El parón por el Mundial

El Real Madrid no estaba en un buen momento de juego cuando llegó el parón por el Mundial, y en cierto modo se podía pensar que esta pausa en la competición podría venirle bien. Eso sí, quedaba la incertidumbre del estado físico en el que regresarían todas las estrellas que iban a disputar la Copa del Mundo en Qatar.

Con ausencias y con jugadores lejos de su mejor momento físico precisamente por el esfuerzo realizado con sus selecciones, los blancos visitaron el siempre complicado campo del Villarreal. El Submarino fue superior durante varias fases del encuentro y, también con polémicas arbitrales, se llevó el triunfo ante un equipo que por momentos se sintió impotente. Era la cuarta vez que los merengues pinchaban en La Liga.

[La queja del Atlético de Madrid tras la expulsión de Ángel Correa: "Nada nuevo en el Bernabéu"]

A partir de ahí el calendario entró en una voraz dinámica de partidos prácticamente sin descanso con varias competiciones de por medio. No era solo el esfuerzo físico, sino también el mental el que en algún momento tenía que pasar una seria factura a un equipo con los esfuerzos repartidos en tantos lugares. 

Entonces llegó el empate ante la Real Sociedad en el Santiago Bernabéu en la jornada 19. Fue un pinchazo distinto, porque los de Ancelotti seguramente firmaron uno de los mejores encuentros de toda la temporada, pero a un sensacional juego no le acompañó el acierto de cara a la portería contraria y el choque se quedó sin goles. Otro empate que servía al Barça para seguir encarrilando más su posición.

Vinicius y el derbi

Por entonces ya se había desatado la polémica casi constante que perseguía a Vinicius en cada campo que visitaba. Era una costumbre que los equipos y las aficiones rivales trataran de sacar cada vez que podían al brasileño del partido a base de todo tipo de argucias, desde cánticos racistas desde la grada a las intimidaciones en el terreno de juego.

Eso lo consiguió, por ejemplo, el Mallorca. El Real Madrid visitó Son Moix y ofreció una imagen más que discreta, con ausencias, rotaciones en el once inicial y una actitud muy apática. El gol de Nacho en propia puerta decidió un partido en el que Marco Asensio, en su vuelta a casa, falló un penalti que podría haber resultado definitivo. Pero sobre todo se vio a un Vinicius fuera de sí que contagió al resto de sus compañeros para completar la debacle.

[La agenda del Real Madrid en el mes de febrero: del Mundial de Clubes a la Champions League]

El último pinchazo, el séptimo pecado capital y nunca mejor dicho, llegó en el derbi de la ciudad de Madrid. Los de Ancelotti se atascaron ante un Atlético que compitió bien en el Santiago Bernabéu y que supo rascar un empate pese a quedarse con un jugador menos por la expulsión de Correa tras un codazo a Rüdiger. 

La primera parte fue insulsa y falta de ocasiones claras, como en varios de los partidos del Real Madrid en esta Liga, aunque en la segunda trató de dar un paso adelante. Cuando los blancos se lanzaron a por todas llegó el gol del Atlético a poco más de diez minutos para el final, y aunque Álvaro Rodríguez llegó a empatar, la remontada quedó incompleta. 

Demasiados pinchazos al fin y al cabo, tantos como siete en lo que va de competición, que llevan al Real Madrid a una situación límite que le deja La Liga casi en bandeja al Fútbol Club Barcelona pese a que todavía queda un buen trecho de la competición.