Jude Bellingham (Stourbridge, Reino Unido; 2003) debe elegir dónde quiere jugar y en el Real Madrid son optimistas sobre ser la elección final. El centrocampista está llamado a protagonizar el gran traspaso del próximo verano. Su futuro ha empezado a definirse desde ya y las novedades no deberían tardar en empezar a llegar.

Todo parte de la intención del Borussia Dortmund de ir encauzando este tema. El club alemán quiere planificar con tiempo la próxima temporada y para ello hay que partir por las ventas. En su historia reciente ha sido un club vendedor y cada año la construcción de la plantilla ha dependido de las salidas que han ido antes. Ocurrió con Erling Haaland hace unos meses, cuyo traspas al City se anunció a inicios de junio.

El Dortmund quiere saber de boca de Bellingham que su deseo es cambiar de aires al finalizar la temporada. En la entidad no son ajenos a lo que suena y sospechan del plan de su jugador, pero todo ha de seguir un orden. Una reunión en la que el inglés diga que quiere ser traspasado en verano dará el pistoletazo de salida.

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El Real Madrid está preparado y, si se trata de una carrera, arranca en cabeza. Lo hace gracias al trabajo de campo que se viene haciendo desde hace tiempo con Bellingham y propio entorno, la familia. Es el silencioso modus operandi que viene siguiendo el club blanco desde hace años con sus futbolistas deseados.

Ocurrió antes con Vinicius, con Rodrygo, con Camavinga, con Tchouaméni y, más recientemente, con Endrick. El Madrid, a través de su proyecto y el ejemplo de otros jóvenes, sabe cómo seducir a sus objetivos. Para eso hace falta que los jugadores y los entornos antepongan sus retos deportivos a otros circunstancias, principalmente el dinero, y parece que el caso de Bellingham es de esos.

Jude Bellingham, con la selección de Inglaterra Reuters

Bellingham, a sus 19 años, cree que es el momento indicado de salir del Dortmund tras tres temporadas jugando en Alemania. Antes disputó la segunda inglesa con el Birmingham. Entonces, la Premier League ya tocó la puerta a golpe de talonario, pero Jude y sus padres se decantaron por un proyecto como el del Dortmund que tanto cree en los productos jóvenes y con proyección.

El tiempo ha dado la razón a Bellingham y ahora se encuentra ante una tesitura parecida a la de hace tres años. Es hora de dar otro salto, el definitivo a pesar de su corta edad. Todo apunta a que, elija lo que elija, no será ni por el dinero ni por la añoranza de regresar a Inglaterra. Por eso el Madrid se empieza a ver ganador.

Sin subastas

Aún así es pronto para cantar victoria, teniendo en cuenta que todavía nadie se ha sentado a negociar con el Dortmund. El precio del fichaje será alto, nunca por debajo de los 100 millones y ya se habla de que alcanzaría, como mínimo, los 120 contando las variables. El Real Madrid está dispuesto a pagar lo que Bellingham vale, pero sin entrar en una subasta.

Todo apunta a que no la habrá, tal y como ocurrió con Tchouaméni el verano pasado. Son casos similares, con la diferencia que el del francés se desencadenó cuando el Madrid supo que no ficharía a Mbappé. Contando con el delantero era más complicado cuadrar el fichaje del centrocampista que se fue a los 80 'kilos'. El club blanco le pedía esperar, aun consciente del fuerte interés del Liverpool o el PSG.

A Bellingham ni siquiera se le pide esperar, puesto que los tiempos son perfectos para que el fichaje se dé ahora. El verano pasado no era el momento, ni el Madrid lo entendía así ni tampoco el Dortmund y el propio jugador. Ahora es diferente: Bellingham es la prioridad y el club afronta la operación de ese modo. Por eso no escatimará en su oferta en una negociación que será transparente desde el principio.

La buena relación con el Dortmund -especialmente con Hans-Joachim 'Aki' Watzke, su CEO- y el hecho de que el club alemán cotiza en bolsa -ha de informar de todos sus movimientos- permiten divisar una negociación clara, sin culebrones. Menos aún si, como parece, Bellingham no anda tan pendiente de ver quién puede ofrecer más. La maquinaria ya se ha puesto a funcionar.