Karim Benzema (Lyon, 1987) cumplió con todos los pronósticos y se llevó el premio a Jugador del Año de la UEFA. El delantero del Real Madrid se encumbró en la gala en la que también se realizó el sorteo de la fase de grupos de la Champions League 2022/2023. Carlo Ancelotti fue elegido Entrenador del Año.

La temporada de Benzema merecía este reconocimiento. El francés era el favorito, como lo es también para el The Best de la FIFA y el Balón de Oro que entrega France Football. Ya tiene el primer gran trofeo individual de su carrera tras superar a su compañero Thibaut Courtois y Kevin de Bruyne, los otros dos finalistas.

El broche para el fútbol español lo puso Alexia Putellas. La futbolista del Barcelona, de baja hasta 2023 por la grave lesión que sufrió antes de la Eurocopa, repitió galardón a mejor jugadora de la UEFA.

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Estaba cantado que la gala, con permiso del sorteo de los grupos, iba a ser una fiesta en honor del Real Madrid. Una Champions irrepetible, la de la "fuerza oculta" madridista como lo denominó Roberto Martínez. Las noches del Bernabéu contra PSG, Chelsea y Manchester City ya forman parte de la leyenda de la competición.

Benzema y Ancelotti fueron los protagonistas. El pichichi y mejor jugador de la pasada Champions League y el técnico que puso los mimbres para que el triunfo en París fuera posible. Recogen el testigo de Jorginho y Thomas Tuchel, respectivamente, que ganaron con el Chelsea la Champions 2020/2021.

Benzema es el nº1

A sus 34 años, Benzema ha tocado el cielo del fútbol europeo y pronto mundial. Nunca había estado entre los tres finalistas de la UEFA. El año pasado entró en el debate, pero quedó cuarto en las nominaciones con cierta polémica. Este año no podía haber dudas tras ser la estrella del equipo campeón de la Champions y La Liga.

Cuando hace más de una década se le fichó siendo un joven delantero de 21 años, en el Real Madrid de Florentino Pérez se hacía con la convicción de acabaría siendo uno de los mejores del mundo. Ya es el 1 y una leyenda absoluta de un club que dejará algún día como capitán y uno de sus dos máximos goleadores históricos.

Alexia Putellas, tras recibir el premio a Mejor Jugadora del Año EFE

La emoción de Putellas

Alexia Putellas volvió a ser galardonada por la UEFA. La futbolista española fue elegida por segundo año seguido como la mejor de toda Europa. Al recoger el galardón se vio la emoción en su rostro, ya que atraviesa un momento complicado en su carrera. Hay que recordar que la jugadora del Barcelona sufrió una grave lesión este verano y estará de baja hasta 2023.

Putellas, campeona de Liga y Copa con el Barcelona y finalista de la pasada edición de la Champions League, superó en la votación final a la inglesa del Arsenal Beth Mead y a la alemana del Wolfsburgo Lena Oberdorf.

Ancelotti, premio merecido

Sorprende que para Ancelotti sea el primer premio que le entrega la UEFA desde 2003. Es su tercer galardón a mejor entrenador de Europa, sumando el de 2007 que le dio la Asociación Internacional de Prensa Deportiva (AIPS). El técnico nacido en Reggiolo es el que más Champions (4) ha ganado en toda la historia.

Pese a haber reinado en Europa dos veces con el Real Madrid, en 2014 se le otorgó el premio a Unai Emery tras ganar su primera Europa League con el Sevilla. Ni Jürgen Klopp, finalista de la pasada Champions, ni Pep Guardiola, campeón de la Premier League, pudieron evitar esta vez el triunfo de Carletto.

Vinicius y Courtois, en la sombra

Faltó reconocimiento para Vinicius Jr, que ya recogió el día de la Supercopa de Europa el premio a mejor jugador joven de la Champions. El brasileño quedó en un cuestionable noveno puesto en las nominaciones a Jugador del Año, pero cada vez le queda menos para estar ahí arriba. De momento, la gloria es para el jugador que durante cuatro años ha sido su padrino en el Real Madrid.

En cuanto a Courtois, finalista en el gran premio, queda claro que ha de ser reconocido como se merece. El belga había sido marginado durante las últimas temporadas en las grandes galas y ya tiene su revancha particular. El MVP de la final de París es incuestionable y pide a gritos una foto con un premio individual.