Tras el partido solo habló con Karim Benzema. Este jueves se ha dirigido a todos sus seguidores en su cuenta de Instagram. Kylian Mbappé está dolido por la eliminación en los octavos de final de la Champions League ante el Real Madrid. Lideró al PSG. Le puso en posición de clasificarse para cuartos. Pero no pudo hacer nada ante la remontada del Santiago Bernabéu. En su mensaje a la afición muestra ese estado, aunque también lanza un mensaje críptico.

"Momento difícil. La Champions League era un gran objetivo para nosotros, pero fallamos. La temporada no ha terminado y pase lo que pase nos mantendremos unidos y decididos hasta el último partido de la temporada. Gracias a los simpatizantes que nos apoyan y que hicieron el viaje. Ici c'est Paris", escribe un Mbappé dolido con el resultado encajado. Su puntualización de estar juntos hasta el final del año futbolístico es clave.

Mbappé regresó de madrugada a París decepcionado por la derrota, pero con la convicción de haber tomado la decisión correcta para su carrera: jugar en el Real Madrid. Pese a los cantos de sirena desde Francia, en la eliminatoria de la Champions League no estaba en juego el futuro de Kylian. El verano pasado ya dio el 'sí' al Madrid y desde entonces no ha cambiado su postura. Pero ni el más optimista de los franceses puede confiar en que vaya a haber un giro de los acontecimientos tras la remontada.

El chico de Bondy se hizo mayor hace ya, pero este miércoles volvió a demostrar que es el mejor futbolista del mundo en la casa del Real Madrid. Pero hay veces que ni con eso basta y hasta el todopoderoso PSG acabó asfixiado en la atmósfera merengue. La Historia no se puede comprar. Su noche arrancó recibiendo el cariño del madridismo en el calentamiento y, sobre todo, cuando su nombre fue anunciado por megafonía. Pero acabó con amargura a pesar de haber metido el gol de su equipo.

Exhibición insuficiente

Impotencia es lo que tuvo que sentir Mbappé viendo lo que se desencadenó en la portería de su equipo a partir de la hora de partido. Uno, dos y tres. Su amigo Karim Benzema hizo en menos de 20 minutos tres goles como él, pero con la diferencia de que los tres suyos sí valieron. Neymar, inteligente, lanzó al espacio a Mbappé. Lo hizo parecer fácil: al palo del portero y gol. El Bernabéu, silenciado por la que espera que sea su futura estrella.

Antes, a Mbappé le llegó un balón en el corazón del área y su remate se fue para dentro de la meta de Courtois. Suerte para los blancos que el que puso el pase, el portugués Nuno Mendes, estaba en fuera de juego. Tras su recital de la primera mitad, con el Madrid necesitado de dos goles para al menos ir a la prórroga, la amenaza de Kylian era doble para los blancos. Y Mbappé lo volvió a hacer, rememorando a un veinteañero Ronaldo Nazario que antes de las lesiones flotaba sobre el césped.

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