Las primeras veces son únicas. A Take Kubo (Kawasaki, Japón; 2001) le tocará una de esas hoy, una primera vez muy especial. Será en el momento del calentamiento cuando ponga sus botas por primera vez en el césped del Santiago Bernabéu. Lo hará como visitante, con el Mallorca, pero ya cuenta los días para volver a hacerlo vistiendo la camiseta blanca del Real Madrid.

El destino (y una pandemia) ha querido que para que Kubo jugara en el Bernabéu hubiera que esperar más de dos años desde que fichara por el Real Madrid. Sí que se ha medido al conjunto blanco en hasta cuatro ocasiones y con tres camisetas diferentes. Con el Mallorca, en su primera vez, fue la única vez que se fue con una victoria. Con el Villarreal, en su única vez de amarillo, fue su peor experiencia puesto que salió para jugar solo un minuto.

Las otras dos veces fueron como visitante, como hoy, pero el escenario fue el Alfredo di Stéfano. Con el Mallorca, hace dos temporadas, y con el Getafe, hace una. Las dos acabaron en derrota para sus equipos. Pero Kubo sí sabía lo que era jugar en Valdebebas vestido de blanco y es que antes de su primera cesión le dio tiempo a dejar claro que el Castilla le quedaba pequeño.

Takefusa Kubo durante su partido de debut con el Real Madrid ante el Bayern. REUTERS

Cuando el Madrid se fijo en Kubo se dio cuenta de que el Barça, que le había criado en La Masía, no se había vuelto a mover por el japonés justo cuando iba a cumplir los 18 años. Los blancos se adelantaron y se llevaron a coste cero a una gran promesa, la mayor de su país, que además era todo un reclamo mediático por las masas que movía allí en Japón. El movimiento al Madrid era perfecto.

El problema para que no se le haya visto todavía en el Madrid en un partido oficial está en los cupos de extracomunitarios. Solo se pueden tener tres y son para Vinicius, Rodrygo y Militao. Eso le ha ido dejando sin hueco en el primer equipo por tres temporadas y todas las partes decidieron que, antes que dejarle en el Castilla, podía madurar jugando en Primera División. La locura se desató con ofrecimientos de muchos clubes.

De Mallorca a Mallorca

En el Mallorca, en su primer año, Kubo tuvo contacto con la élite del fútbol español. Pasó de ser un tímido chico que llegaba para aprender a ser el que tiró del carro de un equipo que rozó la permanencia. El descenso fue un palo puesto que Take se había adaptado totalmente y había hecho del club bermellón su casa a la espera de recibir la llamada del Real Madrid.

En el verano de 2020 tocó ponerse otra vez a buscar club para irse cedido. El Madrid creyó que era el momento de dar el salto a un equipo con mayores aspiraciones y le mandó al Villarreal, que jugaba Europa League (y la acabó ganando). Sin embargo, entre Emery y Kubo nunca hubo sintonía y la relación se rompió en enero. Entonces puso rumbo a Getafe, a las órdenes de Bordalás, donde se empapó del lado más táctico y rudo del fútbol.

Kubo volvió este verano a un Mallorca de regreso a Primera. Llegó tras ser la estrella de Japón en los Juegos de Tokio y los que en la isla ya le conocían vieron pronto que no es el Kubo de hace dos años. Más maduro, más completo. Se refleja fuera del campo y dentro de él, donde se mueve en números de jugador serio como es ese 85% en el acierto de pase que lleva esta temporada. Tiene galones y titular indiscutible por lo que es su momento de aprender a ser un líder a pesar de su edad.

Take Kubo, con el Mallorca EFE

El Bernabéu podrá 'conocer' a Kubo, aunque el Real Madrid nunca se ha olvidado de él. En el club se es consciente del potencial del jugador y se le tiene como una promesa capaz de alcanzar el primer equipo. Solo falta que llegue el momento en el que se le pueda hacer hueco y, a priori, no parece que se vaya a tener que esperar mucho más.

Objetivo: verano de 2022

El verano de 2022 apunta a ser clave para Kubo. Lo esperado es que, por fin, Vinicius obtenga la nacionalidad a lo largo del curso tras irse demorando por los trámites. Eso dejará un hueco para Kubo, quien para dejar de ser extracomunitario deber residir diez años de seguido en España o contraer matrimonio con una persona de nacionalidad española. 

Además, el Madrid espera que el próximo verano se vean caras nuevas por el equipo. Uno se quiere que sea Kylian Mbappé y otro Kubo. Habrá salidas seguras como las de Marcelo, Isco y Bale, a las que se podrían otras como la de un Asensio que parece haberse quedado sin hueco. Hará falta reforzar la plantilla y Take es una gran opción que, además, no costaría ni un euro.

Kubo, que ya impresionó a Zidane en su día, podrá intentarlo este miércoles con Ancelotti. No será la única oportunidad que tenga, pero es importante que 'Carletto' vaya sabiendo que hay otro jugador que viene pisando fuerte y que pertenece a una quinta a la que el técnico italiano va dando paso. El nuevo Madrid pasa por los Vinicius, Camavinga, Rodrygo y hasta Mbappé. También por Kubo. Hoy será su primera vez en el Bernabéu, pero nadie apuesta a que será la última.

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